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En el filo procesal

Tan fundado en Derecho podía ser rechazar la prueba testifical del presidente Rajoy como citarle en el juicio de la Gürtel

PPLL

Martes, 25 de abril 2017, 23:59

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El tribunal que resolverá sobre la primera etapa del caso Gürtel (1999-2005) admitió ayer la prueba testifical del hoy presidente Rajoy en la tercera ocasión en que la ha solicitado la acusación popular encarnada por Adade, desestimando los argumentos en contra de tal citación esgrimidas por la Fiscalía que considera «innecesaria y prescindible» la comparecencia en la vista oral y como testigo de quien fuera secretario general del PP por aquella época. La Moncloa y Génova recibieron la noticia con sorpresa, puesto que no esperaban que en medio del juicio el tribunal fuese a llamar a Mariano Rajoy, enmendándose a sí mismo. Lo ocurrido demuestra que los máximos dirigentes populares han podido acostumbrarse a caminar sobre el filo de la navaja procesal, convencidos siempre de que todo iría a su favor. Ello cuando tan fundado en Derecho podía haber estado que el tribunal rechazara la petición de la llamada Asociación de Abogados Demócratas de Europa como que se mostrara finalmente conforme con la testifical de Rajoy. Escándalos como la Gürtel y otros han dejado tan en evidencia a tantos cargos públicos y dirigentes del PP que nadie puede extrañarse de que, aunque sea de manera tangencial, acabe tocando a su máximo responsable durante tanto tiempo. Por eso mismo harían bien los populares en no dramatizar la citación judicial y en evitar ridiculizar a la instancia que la ha dictado, aunque sea como recurso si es que le falta convicción para admitir como un hecho normal que quien fuera su secretario general y luego su presidente deba dar testimonio sobre hechos que no son ajenos a la ejecutoria de un partido al que la propia fiscalía reclama responsabilidades civiles y la devolución al erario de 328.440 euros que se habría ahorrado en gastos electorales realizados en las localidades madrileñas de Pozuelo y Majadahonda, sufragados al parecer por presuntos corruptores. Mariano Rajoy podrá testificar desde su despacho por videoconferencia, pero sería conveniente que la Presidencia de Gobierno no dilatara por propia iniciativa su personación en el juicio. Es preocupante para la salud democrática de un país que quien representa al Poder Ejecutivo sea citado en calidad de testigo en un juicio por corrupción que señala a personas significadas entonces en su partido, cuando tantas causas penden sobre sus siglas. Pero la única manera que tiene de minimizar los costes institucionales es comparecer cuando lo señale el tribunal.

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