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NO SABÍA NADA

MANUEL ALCÁNTARA

Sábado, 25 de marzo 2017, 01:15

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El exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, favorecido por su cara de pánfilo, alega que él no estaba al corriente de nada, salvo de su cuenta corriente. Ignoraba incluso la inviabilidad de Bankia, que era un secreto tan bien guardado que lo conocíamos todos. El exgobernador ha negado haber hecho gestiones en favor de la salida a Bolsa, mientras él se pegaba la mejor vida. Ni siquiera conocía que los correos electrónicos pasaban por sus pecadoras manos, sino por las de su número dos y por las del director general de Supervisión, que como su nombre indica, tenía una vista larga. ¿Por qué creen los políticos que todo el que no se dedica a esa tarea, donde conviven gentes abnegadas y sinvergüenzas, son tontos e ingenuos irreparables? Hay que excluir a los tesoreros, ya que todavía ignoramos quién pagó la facturita de la Última Cena, donde a nuestro señor Jesucristo no le habían hecho todavía católico, sin contar con Él. Aunque todo pasara por su mano, Fernández Ordóñez ignoraba de quién eran las manos que traían el dinero. Era el primero, o el último, como los maridos cornudos, que derrotan contra los burladeros económicos, en ignorarlo todo.

No enterarse de nada tiene mucho mérito en un país de cotillas. La Audiencia Nacional investiga al expresidente de Caixa Catalunya Narcís Serra. Estamos llenos de detectives que lo descubren todo, excepto dónde está el producto del robo. Los que nunca se enteraron de nada siguen moviendo el rabo mientras se discute si hay que cortárselo o no a nuestros compañeros de viaje, pobres «almas mudas». Los que siempre hemos tenido perros jamás les hemos cortado nada. Nos gustan enteros, con su barómetro íntegro. O sea, de cabo a rabo. Ojalá el señor Fernández Ordóñez pudiera decir lo mismo de las cuentas de Bankia. Que nadie las pise, porque muerden.

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