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EDITORIALES

Integración socialista

El PSC sigue siendo factor de moderación en Cataluña, y su entendimiento con el PSOE es una cuestión de interés general

PPLL

Lunes, 13 de marzo 2017, 23:51

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El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, formalizan hoy el acuerdo que «renueva y actualiza» la relación federal que ambas formaciones mantienen desde 1978. La crisis generada entre los socialistas a cuenta del relevo de su secretario general, Pedro Sánchez, y de la discusión sobre el calendario congresual situó a la organización que lidera Iceta muy a distancia del grupo de dirigentes que promovió la creación de una gestora para posponer el cónclave. El disenso que las diputadas y diputados del PSC mostraron en la investidura de Mariano Rajoy situó las relaciones entre ambas organizaciones al borde de la ruptura. Pero era evidente que se necesitaban mutuamente, y ello conduce a la firma de un acuerdo que despeja equívocos orgánicos y políticos. Queda claro que, en contra de lo insinuado en medio de la refriega de Ferraz por algún dirigente socialista, las y los militantes del PSC podrán participar tanto en la elección del secretario general del PSOE como de la candidatura a la presidencia del Gobierno en las mismas condiciones que lo hagan los socialistas del resto de España. Queda también claro que el comité federal es el «único ámbito de decisión» sobre la investidura del presidente del Gobierno, sin que el 'consejo nacional' de los socialistas catalanes pueda fijar una posición propia y distinta. De la misma forma que este último organismo asume en exclusiva la responsabilidad de designar la persona que vaya a ocupar la presidencia de la Generalitat. Hay además una cláusula definitiva, precisando que «corresponde al PSOE la definición de la posición política de los socialistas en los asuntos de naturaleza o relevancia constitucional». Entre los cuales se encuentra sin duda el futuro del autogobierno catalán en tanto que afecta a las bases del estado autonómico, y mucho más si las instituciones de la Generalitat persisten en su afán secesionista. El PSOE no puede prescindir del PSC, y viceversa. Pero lo que se jugaba con el deterioro de las relaciones entre los dos partidos federados iba mucho más allá de unas cuitas domésticas. Porque el PSC, aun disminuido en votos y efectivos, sigue siendo una referencia imprescindible como factor de moderación e integración pluralista de los catalanes. Que se encauzaran sus diferencias con el PSOE se había convertido en una cuestión de interés general.

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