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EDITORIALES

Ciudadanos, desactivado

Las medidas anticorrupción que Rivera enarboló irrenunciables han acabado devaluadas por la impasibilidad del PP

PPLL

Martes, 7 de marzo 2017, 23:40

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El pacto por la regeneración política que el PP y Ciudadanos alcanzaron para allanar el camino de la investidura de Rajoy cumplió ayer su cuarto mes sin que ninguna de las seis condiciones impuestas por Albert Rivera para favorecer la gobernabilidad del país se haya materializado. El compromiso suscrito de apartar a los cargos públicos imputados ha hecho aguas en el caso del presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez. La supresión de los aforamientos y la reducción de los mandatos presidenciales a dos, con un máximo de ocho, parecen haberse dirigido a vía muerta. La elaboración de una ley electoral más representativa y abierta, la supresión de los indultos y la comisión de investigación sobre la financiación del PP -a raíz del caso Bárcenas- se han reconducido en el mejor de los casos hacia una vía lenta. Ciudadanos se ha encontrado ante la disyuntiva de insistir en la urgencia de poner en marcha esas medidas recurriendo a iniciativas parlamentarias acordadas con los demás grupos del Congreso, o tratar de relativizar la trascendencia con que las defendieron inicialmente. El partido de Albert Rivera era consciente de que ambas opciones le dejaban en evidencia, y por eso ha preferido generar el menor ruido posible al respecto. En cualquier caso el enunciado del pacto anti-corrupción está tan devaluado -entre otras razones debido a su inconcreción- que la realización de las condiciones que Rivera enarboló hace cuatro meses como irrenunciables no depende ya de la actitud más o menos exigente que mantenga Ciudadanos, sino de por dónde discurra la dialéctica gobierno-oposición a lo largo de la legislatura. Aunque por ahora los intereses tácticos partidistas predominan sobre el debate franco de las medidas de regeneración propuestas. Con el PP y el Gobierno alegando que algunas de ellas requieren un amplio consenso de reforma constitucional para así aparcarlas 'sine die', y con las demás fuerzas dudando entre poner en aprietos al partido y al ejecutivo de Mariano Rajoy para ahondar en modificaciones legales contra la corrupción o limitarse a utilizar éstas en su contra.

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