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Carrero y los chistes sin gracia

El 'castigo' a la tuitera para la que se piden dos años de cárcel sería explicarle un poco de historia reciente de España

JOSÉ MARÍA CALLEJA

Jueves, 26 de enero 2017, 23:45

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La nieta de Luis Carrero Blanco considera «un absoluto disparate» que se pida una pena de dos años de cárcel para una joven estudiante que tuiteó presuntos chistes sobre su abuelo. Carrero Blanco fue asesinado por la banda terrorista ETA un 20 de diciembre de 1973 en Madrid. Su muerte violenta, perpetrada en los últimos años del franquismo, planteó en su momento un tímido debate sobre si el magnicidio estaba bien, dadas las características de la víctima, o si, por el contrario, justificar el asesinato de alguien, por muy rechazado que fuera, significaba dar por buenos todos los crímenes posteriores realizados por la banda terrorista, incluidos aquellos que empezaron a 'no entenderse' a partir de los ochenta.

Digo yo que posiblemente, si se hubiera condenado de manera contundente el asesinato de Carrero, no hubiera habido tanta gente justificando los crímenes posteriores, pongamos hasta Gregorio Ordoñez. Ahora se cumplen 22 años de su asesinato, un 23 de enero de 1995, en San Sebastián.

Lucía Carrero-Blanco se muestra en contra de toda violencia, incluido el asesinato de Bin Laden; dice que le repugna que se haga humor con cualquier muerte, que los chistes le parecen de «mal gusto» y carentes de toda sensibilidad, pero considera un despropósito que alguien pueda ir a la cárcel por hacerlos.

Tiene razón y, en su caso, como en el de Irene Villa, ejemplar víctima superviviente del terrorismo, tiene una autoridad añadida para emitir esa opinión. Igual que dijo Villa sobre ella misma en su día, Lucía Carrero-Blanco asegura no sentirse humillada por los chistes sobre su abuelo.

En el caso de los presuntos chistes sobre Irene Villa el concejal de Madrid Guillermo Zapata fue absuelto del delito de humillación. Aquellas presuntas gracietas eran mucho más ofensivas, infames, de nulo humor, que las de ahora. En este caso, la estudiante de Historia Cassandra Vera, 21 años, puede ir a la cárcel por sus referencias al «viaje espacial» de Carrero o por desear un «feliz 20 de diciembre».

A Lucía Carrero le repugnan los chistes pero no cree que nadie deba ir a la cárcel por ellos. Le piden a la tuitera sin gracia dos años de cárcel más tres de libertad vigilada.

Una cosa es la ausencia de gracia, el carácter repugnante de algunas frases y otra que alguien se tenga que ir a la trena por ello. Los propios Tip y Coll, ¡ellos sí que tenían gracia e inteligencia!, hicieron bromas en tiempos de Franco sobre Carrero y a nadie se le ocurrió meterlos en la cárcel.

Posiblemente, el 'castigo' que se debería imponer a esta joven estudiante de historia, y que quiere ser profesora, sería explicarle un poco la historia reciente de nuestro país y recomendarle la lectura/visionado de buenos humoristas.

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