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Yak-42

El giro de Cospedal sobre la tragedia que costó la vida a 62 militares actuará como cortafuegos de la oposición

MARGARITA SÁENZ-DIEZ

Sábado, 21 de enero 2017, 23:57

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La ministra de Defensa ha tenido el coraje de dar un giro de 180 grados a la penosa historia del Yak-42, al hacer suyas las conclusiones del Consejo de Estado que responsabilizan al ministerio que ella encabeza en la actualidad de aquel desastre. Ni la supuesta ignorancia de Mariano Rajoy, ni el rotundo rechazo del ministro de Justicia a pedir perdón a las familias han frenado a Cospedal.

En breve, comprobaremos si el Congreso del PP la ratifica como secretaria general del partido o le abre nuevos derroteros, además de mantenerse en su cartera de ministra de Estado. Pero su desautorización a las posturas de Federico Trillo y otros palmeros puede actuar como cierto cortafuegos en la estrategia parlamentaria de la oposición que no iba a perdonar al Gobierno este asunto.

Ahora, el presidente Rajoy le debe otro favor a una de sus dos 'preferidas' (Soraya Sáenz de Santamaría es la otra), que mañana comparecerá ante la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados a la que asistirán también los familiares de los 62 militares fallecidos en aquel trágico accidente.

Al término del Consejo de Ministros del viernes, el portavoz del Gobierno echó varios capotes a Federico Trillo. Que lo sepa todo el mundo: el embajador de España en Gran Bretaña ha sido relevado «a petición propia». A la vez, Íñigo Méndez de Vigo no anunció la designación de Trillo como miembro del Consejo de Estado, sobre lo que se había especulado. El Gobierno no se atrevió a tal provocación, y acertaría en apoyar su incorporación como letrado de ese organismo.

El ya exembajador en Londres prestó eficaces y sombríos favores en la estrategia de nombramientos judiciales del PP, pero ciertamente obtuvo esa plaza en legítima concurrencia con otros opositores. Además, Trillo tendrá la oportunidad de simultanear esa tarea con la de asesor de la Fundación FAES, ya que su alejamiento de la cúpula actual del PP está cantado.

José María Aznar sigue empeñado en relanzar esa plataforma de pensamiento, cuyo futuro a medio plazo dependerá no sólo de las ideas que aporte a la política en España, sino de la capacidad que demuestre de estar presente en los grandes debates sociales y económicos y, por supuesto, de los apoyos financieros que consiga a través de su red de Fundaciones amigas en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. A ese empeño ayudará el derrumbe de las estructuras de protección social que se avecina en Estado Unidos.

Al calificar a la refundada FAES del «laboratorio más influyente de ideas en España», Aznar da por sentado que despertará grandes entusiasmos. Cosa que está por demostrar. Mariano Rajoy y el PP tienen cuerda para rato, y su capacidad para promover nuevos 'think tanks' que den respuestas fiables a los desplantes del hasta ahora presidente de honor del PP se demostrará pronto.

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