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Feliz Navidad
CARAS, CARETAS Y CAROTAS

Feliz Navidad

JULIO ARMAS

Sábado, 24 de diciembre 2016, 00:05

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El sábado que viene es Nochebuena y al día siguiente Navidad. ¡Casi nada! «Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, saca la bota María que me voy a emborrachar». ¿Se acuerdan? Y las familias se sentaban alrededor de la mesa y se cantaban villancicos y el abuelo marcaba el ritmo restregando la cucharilla sobre la botella de anís y ya no hacía falta «echarle una firma al brasero» porque, aunque en el pasillo seguía habiendo la misma temperatura que en la estepa siberiana, en el comedor el ambiente de polvorón se podía cortar con cuchillos de guirlache.

Y en esa mañana de Nochebuena siempre bajaba alguien del pueblo a cambiar una colación de turrones y unas botellas de licor por un cardo tremendo de grande, media rastra de pimientos y una caja de zapatos en la que, revueltos en paja, había una docena de huevos, uno a uno bien envueltos en un papel de periódico. «Ande, ande, ande, la Marimorena. Ande, ande, ande que es la Nochebuena».

Y con abrigos, y chambergos, y bufandas, y tapados hasta los ojos, se iba a la Misa del Gallo y «Tápate. a ver si nos vamos a acordar». Y a la salida, después de haber pasado a besar al Niño, un ratito todavía de tertulia en el pórtico de iglesia y ¡Felices Pascuas, don Arturo! y ¡Felices Pascuas, don Pedro, vaya frío!, ¿eh? Y corriendo, de vuelta a casa, a besar al Niño que también había nacido en nuestro belén, en aquel belén de ríos de papel de plata, gallinas más grandes que ovejas, harina de nieve sobre los tejados, prados de musgo y caminos de serrín serpenteando entre montes de cartón por donde, día a día, pasito a pasito, irían avanzando los tres reyes Magos hasta llegar al portal. «Ya Vienen los Reyes Magos, ya vienen los Reyes Magos, caminito de Belén. Olé, olé, Holanda y olé, Holanda ya se ve».

Historias, viejas historias. Hoy ya de esto no se puede hablar, si lo haces eres un cursi o eres un rancio, en el mejor de los casos. Batallitas del abuelo Cebolleta. Hoy cualquier «modelno» te dice que en su casa no se celebra la Navidad, que lo que se festeja es la llegada del solsticio de invierno, cosa esta que es lo mismo que festejar el nanosegundo en que la posición del Sol en el cielo se encuentra a la mayor distancia angular negativa del ecuador celeste, lo que no me negarán que resulta una cosa de lo más fascinante. Y es que, ¿saben lo que les pasa?, pues que no se dan cuenta de que la Navidad, más que una fecha del año o que una distancia angular negativa es un sentimiento. Así de sencillo. «Hacia Belén va una burra, rin, rin, yo me remendaba yo me remendé, yo me eché un remiendo, yo me lo quité, cargada de chocolate».

Y si la Navidad es un sentimiento, ¿a qué viene esa manía de ocultar, cuando no hacer desaparecer, todos los símbolos tradicionales de este sentimiento y comportarse como si se estuviera celebrando una Navidad por lo civil? Y si hablamos de ocultar signos, ¿ustedes saben a qué vienen esa especie de hogazas luminosas, carentes de todo ambiente navideño, con las que este año nuestro Ayuntamiento ha vuelto a decorar algunas calles de Logroño? Hogazas luminosas, por otra parte, más rancias que una perdiz con ligas, que tanto parecen decirnos que ya es Navidad, como que no olvidemos que el 16 de mayo es San Honorato, patrón de los panaderos. Cosa esta que de ser así y sin querer desmerecer en absoluto al bendito San Honorato, particularmente la encuentro un poco exagerada y fuera de lugar, qué quieren que les diga. «Noche de Dios, noche de paz, claro el sol, brilla ya, y los ángeles cantando están, gloria a Dios, gloria al rey eternal. Duerme mi niño Jesús, duerme mi Niño Jesús». Hasta el año que viene, si Dios quiere, felices Pascuas a todos y ya saben, no tengan miedo.

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