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Rajoy ama al Partido Socialista

El líder del PP da calabazas a Albert Rivera sin pestañear porque cuando lo vuelva a necesitar lo abrazará

MARGARITA SÁENZ-DIEZ

Sábado, 10 de diciembre 2016, 23:53

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El Partido Socialista necesita sacar pecho después de su descuartizamiento interno. Tiempo habrá de pasar facturas, reparar daños y consultar a la militancia. Ahora toca recordar, porque muchos lo han olvidado, que la búsqueda de mayores cuotas de libertad y bienestar de los ciudadanos se exige a cualquier socialdemócrata cabal, no cegado por el cainismo. De ahí, su actual protagonismo en la subida del salario mínimo interprofesional, o su propuesta para eliminar los artículo más agresivos de la 'ley mordaza'. Mientras continúa el debate de que si son galgos o son podencos, los militantes socialistas irán configurando sus preferencias. La nueva oferta de Pedro Sánchez, si se concreta, buscará ensanchar el espacio menos conformista del partido, mientras que la de Susana Díaz, que comienza a desplegar banderas sin mojarse del todo, cultiva un huerto más centrado. Se esperan nombres nuevos, candidatos insospechados. Después de propinar varios zascas públicos a Josep Borrell para que no vuelva a competir por el liderazgo en el PSOE, habrá que esperar y ver. Y con Cataluña, ¿qué? Ultimamente, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha mostrado su inicial voluntad conciliadora. Aunque el besuqueo con el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, no apunta necesariamente hacia grandes éxitos en su inminente diálogo de sordos.

Mariano Rajoy sí ha demostrado que es capaz de adquirir más cintura política. Ha acordado con los socialistas medidas que antes rechazaba, como la subida del salario mínimo interprofesional. Por lo demás, sigue convencido de que la corrupción en su partido no le pasará nuevas facturas ni en Boadilla del Monte, ni en Murcia, ni en donde sea. La intención favorable de los votantes le sigue premiando. Pero la jugada del presidente del Gobierno tiene más lecturas. Al acercarse al PSOE, marca distancias de ese grupo de políticos jóvenes y no tan jóvenes que, agrupados en la marca Ciudadanos, intentaron con un éxito en declive merendarse buena parte de los votos del PP. El impertérrito Mariano Rajoy da calabazas a Albert Rivera sin pestañear porque cuando lo vuelva a necesitar lo abrazará. Mientras, deja espacio libre para que Podemos crezca, si sus diferencias internas no lo convierten en un callejón sin salida.

Pero, aquí y ahora, lo verdaderamente importante es que el aumento del salario mínimo interprofesional, hasta los 707,6 euros mensuales, en catorce pagas, fruto del pacto PP y PSOE, ha conseguido una mejora mínima en los sueldos más bajos. A los defensores de la austeridad sin contemplaciones les ha tocado tragar, aunque se muerdan la lengua para no tener que admitir que ese incremento beneficiará el consumo, aumentará la partida de cotizaciones a la Seguridad Social y, sobre todo, era de justicia.

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