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F. I.
Miércoles, 7 de febrero 2018, 01:43
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LEl último zulo de ETA, descubierto el pasado 31 de diciembre en Las Landas, contenía una bomba lapa. El artefacto se encontrada desmontado pero era operativo una vez cebado con pentrita, explosivo presente en el depósito. Faltaban los imanes con los que se adosa el conjunto a los bajos de los automóviles. En el escondite también se almacenaba cordón detonante, ocho detonadores eléctricos, tres temporizadores, una veintena de proyectiles, azufre y un mando a distancia. Además, se encontraron mapas de carreteras de España y Francia, planos topográficos, documentación con el emblema de ETA y dispositivos de memoria informática.
Un participante en un juego virtual de búsqueda de tesoros localizó el escondrijo mediante el detector de metales que portaba.
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