Borrar
:: Esteban Cobo / efe
Pesadilla de los yihadistas y «fiscala»

Pesadilla de los yihadistas y «fiscala»

Conocida como «alter ego femenino de Garzón», destaca por su militancia progresista y su defensa de la justicia universal Dolores Delgado Ministerio de Justicia

MELCHOR SÁIZ-PARDO

MADRID.

Jueves, 7 de junio 2018, 00:31

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El 14 mayo de 2010, a Lola Delgado, nadie le llama Dolores, se le escaparon las lágrimas en la escalera (ya desaparecida) del viejo edificio de la Audiencia Nacional. Era la despedida de Baltasar Garzón, inhabilitado por la condena de las escuchas ilegales del 'caso Gürtel'. Delgado quiso dejarse ver. Quería dejar patente que ella pertenecía al círculo más íntimo del magistrado defenestrado, al grupo de jueces y fiscales más progresistas de la calle Génova. En esos peldaños, entre sollozos y abrazos, junto a Delgado y Garzón también estuvieron los otros dos iconos judiciales de esa camarilla 'progre', los jueces Santiago Pedraz y Fernando Andreu, todavía hoy sus mejores amigos en la judicatura y con los que nunca falta a su cita diaria a tomar el aperitivo en las inmediaciones de la Audiencia.

Esta «fiscala de la Audiencia Nacional» (así se ha hecho presentar en la nota de prensa del Gobierno) es conocida por sus amigos y detractores como el «alter ego femenino de Garzón». Se sitúa en las antípodas de su predecesor, Rafael Catalá, y no solo por ser mujer, progresista y generadora nata de simpatías por su trato cercano. Delgado, a diferencia de Catalá, es conocidísima en los círculos judiciales. Además, su carrera profesional -también a diferencia de su antecesor- se ha desarrollado en los juzgados. Su trayectoria es larga, 30 años, 25 como fiscal en una plaza tan dura y expuesta como la Audiencia Nacional.

Pero nadie en la sede de los tribunales centrales dudaba de que, llegado el día, si alguna opción de izquierda le ofrecía un puesto atractivo Lola Delgado terminaría por aceptar. Su compromiso político y su activismo es archiconocido. De hecho, se había pasado los últimos meses haciendo campaña por toda España como candidata al Consejo Fiscal por la Unión Progresista de Fiscales. Al final, se hizo con el puesto.

Su perfil está en las antípodas del de Catalá: mujer, progresista y muy conocida en la carrera

Segunda mujer

La carrera profesional de la segunda mujer en ser ministra de Justicia se ha desarrollado tres ejes: la lucha contra la droga de la mano del también fiscal Javier Zaragoza; luego, el combate a ETA con Garzón; y en los últimos años la batalla con la yihad. Dicen en los servicios antiterroristas que poca gente sabe más del terrorismo islámico en España que ella, sobre todo de los grupos nacidos tras el ocaso de Al Qaeda. Dicen que su trabajo en el combate a la yihad ha llegado a marcar impronta en las investigaciones más recientes, estableciendo pautas de trabajo para lograr acusaciones firmes y condenas para las siempre complejas tramas integristas.

Suya, por ejemplo, fue la idea de dar carta de naturaleza oficial a la figura del agente encubierto para infiltrarse en las redes yihadistas. Entre sus éxitos profesionales más recientes está el de haber conseguido duras condenas para los terroristas de la 'operación Caronte' que pretendían atentar en lugares emblemáticos de Barcelona.

Pero su pasión más profunda no es la yihad, es la defensa de la justicia universal, entusiasmo heredado de Garzón y que le llevó a ser uno de los miembros del mundo judicial más activos en contra de la reforma del Gobierno del Mariano Rajoy, que limitó el trabajo de los tribunales españoles en este campo. De ella fue la acusación en el proceso más destacado de justicia universal celebrado en España hasta el momento, el juicio y condena a 1.084 años de cárcel por delitos de lesa humanidad al exmilitar argentino Adolfo Scilingo.

Sus enfrentamientos con sus superiores no son muchos pero hay dos sonados, su oposición pública a que la Fiscalía promoviera el archivo de los casos de aperturas de fosas de la Guerra Civil y su reciente oposición a la detención del exempleado del HSBC Hervé Falciani para su extradición a Suiza, también defendida por el Ministerio Público.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios