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R. C.
MADRID.
Domingo, 18 de marzo 2018, 01:03
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El madrileño barrio de Lavapiés recuperó ayer la calma tras los graves incidentes registrados la noche del jueves y la mañana del viernes por el fallecimiento del mantero senegalés Mame Mbaye.
Los comercios abrieron de nuevo sus puertas, a pesar del mal tiempo, y las calles retomaron el bullicioso aspecto de cualquier sábado. Las únicas muestras de los incidentes del jueves y el viernes eran los cajeros de varias entidades bancarias rotos y precintados y una zona infantil, con columpios, en la misma plaza de este céntrico barrio, que permanecía cerrada.
En la puerta donde se desplomó con un ataque al corazón el senegalés Mame Mbaye, en la calle del Oso, se ha improvisado un lugar en su memoria con velas, flores y mensajes en su memoria. Asimismo, el barrio está limpio y las papeleras rotas, repuestas.
Mame Mbaye, que llevaba doce años viviendo en España pero no tenía papeles, murió el jueves de un paro cardiaco en la calle del Oso en unas circunstancias que el Ayuntamiento trata de esclarecer.
Entre tanto, los seis detenidos por los incidentes del jueves, todos españoles, pasaron ayer a disposición judicial. Todos ellos, según informó la Policía, son miembros de grupos antisistema.
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