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La ironía clandestina de un grupo de blogueros contra el 'prucés'

O. B. DE OTÁLORA

ARCELONA.

Domingo, 8 de octubre 2017, 00:34

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B Muchos de los vídeos contra el independentismo que estos días han colapsado los móviles de toda España tienen el sello de 'Dolca Catalunya'. La imagen de dirigentes de la CUP y del partido de Ada Colau tomando 'gintonics' mientras tuiteaban que era necesario salir a la calle para defender el referéndum fue una historia de 'Dolca Catalunya'.

Los movimientos contrarios a la secesión en Cataluña tienen un referente en esta página web dirigida por escritores anónimos que desde hace cinco años se dedica a desmontar con humor algunos de los mensajes del soberanismo radical -el 'prucés', como le llaman-. En Youtube, por ejemplo, cada una de sus imágenes se convierte en viral.

«Es que si no te ríes es como para pegarse un tiro. El independentismo en Cataluña a veces dice unas cosas tremendas que no deberían pasar desaparecibidas, aunque sea para reírse de ellas», asegura a este periódico uno de los blogueros, obsesionados por permanecer en la clandestinidad. «Nosotros no somos grandes figuras, no somos Vargas Llosa, así que nuestro nombre es lo de menos. Y el independentismo, esa presunta revolución de las sonrisas, es muy duro. A uno de los miembros de 'Dolca Catalunya' (Dulce Cataluña) cuya identidad se filtró la broma le costó el puesto de trabajo», revela uno de los escritores de esta web, que reclama ser protegido por el anonimato.

El grupo nació hace cuatro años como un blog redactado entre amigos -todos ellos ajenos a los medios de comunicación- que querían «poner por escrito un pensamiento que estaba en la calle y que los nacionalistas silenciaban». Este juego -que tomó el nombre de la habanera popular 'Dolca Catalunya'- creció hasta llegar a las 1.200.000 visitas a la semana. «De repente fue algo adictivo. Veíamos la reacción de la gente y no nos la podíamos creer. A eso se le unió que había ciudadanos que nos mandaban vídeos increíbles de discursos independentistas en pueblos pequeños o fotos como la de los líderes de la CUP tomando copas mientras llamaban a la rebelión en la calle. Nuestro hobby comenzó a convertirse en algo fructífero».

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