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Una joven llora ante un antidisturbios. :: q. garcía / EFE
Europa examina con  lupa la respuesta policial

Europa examina con lupa la respuesta policial

Dirigentes de diversos países de la Unión Europea solicitan que se evite cualquier clase de violencia

A. AZPIROZ

GERONA.

Lunes, 2 de octubre 2017, 00:41

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El efecto mediático del 1-O amenaza con pasar factura a España ante el mundo y ante sus socios de la Unión Europea. En primer lugar porque el Gobierno de Mariano Rajoy se comprometió, la última vez en la reciente cumbre comunitaria de Tallin, a que no habría referéndum. Y puede que la consulta no reúna las mínimas garantías que exige cualquier votación internacional, pero también es cierto que cientos de miles de personas depositaron sus papeletas en las urnas.

Pero el peor efecto para la Marca España, la que tanto se ha esforzado por impulsar el Ejecutivo en los últimos seis años, son las imágenes de supuesta violencia policial, algo extremadamente delicado en una Unión Europea especialmente celosa con la defensa de los derechos de la ciudadanía.

A lo largo de la jornada de este domingo se produjeron ya algunas manifestaciones internacionales que pusieron en entredicho la actuación del Gobierno español. El primer ministro belga, Charles Michel, fue claro a través de Twitter: «La violencia nunca puede ser la respuesta. Condenamos todas las formas de violencia y reiterar nuestro llamamiento a diálogo político». También se manifestó el líder opositor británico, Jeremy Corbin. El líder laborista pidió a la primera ministra Theresa May que exija a Rajoy el fin de la violencia. La ministra principal escocesa, la nacionalista Nicola Sturgeon, criticó la «vergonzosa» reacción del Gobierno británico. «Un verdadero amigo de España le diría que las acciones de hoy son erróneas y dañinas», afirmó a través de las redes sociales.

La buena noticia para el Ejecutivo de Mariano Rajoy es que ni Alemania ni Francia, las dos principales voces de la Unión Europea, se movieron un ápice de las posiciones que han mantenido hasta ahora. Es decir, el desafío catalán es un asunto estrictamente interno de España, y ningún otro país tiene nada que decir al respecto. Al menos por el momento.

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