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Harry Athwal trata de socorrer al pequeño Julian Cadman tras ser atropellado. Arriba, el niño de nacionalidad australiana-británica. :: efe
«No iba a dejar a ese niño  solo en medio de la calle»

«No iba a dejar a ese niño solo en medio de la calle»

Un turista socorrió al crío australiano Julian Cadman, al que buscaba su familia y cuya muerte se confirmó ayer

SILVIA CANTERA

Lunes, 21 de agosto 2017, 00:20

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El turista británico Harry Athwal es una de esas personas anónimas que tras el atentado de Barcelona han demostrado una especial sensibilidad. El hombre de 44 años acudió a socorrer a las víctimas de Las Ramblas en cuanto vio la tragedia. Cuando llegó, lo tuvo claro. Vio a un niño de 7 años tendido en el suelo. Estaba solo. Se agachó y lo acompañó en sus últimos minutos. El chico era Julian Cadman, el crío australiano cuya familia lo ha buscado durante dos días y cuya muerte confirmaron ayer los Mossos d'Escuadra. Al mismo tiempo se conoció que también hay una mujer belga y un italiano entre las víctimas, aunque por el momento no han trascendido sus identidades.

En el momento en el que la furgoneta irrumpió en Las Ramblas, Athwal estaba muy cerca, en el balcón del primer piso de un restaurante. Pidió a sus acompañantes que no se movieran de allí y bajó a la calle. «Fue instintivo. Miré a ambos lados, había cuerpos esparcidos y a mi derecha estaba el niño, en medio de la calle. Corrí directamente a él», relató al periódico británico 'Mirror'. Aunque no pudo ver la cara de Julian, le recordó a su hijo, de la misma edad.

«Estaba inconsciente, su pierna estaba doblada y le salía sangre de la cabeza. Sabía que era más que sangre», explicó el turista. Los minutos que pasó con el niño fueron dramáticos. «Le tomé el pulso y no tenía -relató-. Puse mi mano sobre su espalda y pensé que se había ido. Le acaricié el pelo y me llené de lágrimas, pero me quedé con él, me senté allí porque no iba a dejar a ese niño en medio de la calle». Él y sus acompañantes, que han participado en homenajes a las víctimas, se quedan en la ciudad hasta mañana, sin alterar sus planes iniciales: «Se lo debemos a Barcelona».

Su madre, aún hospitalizada

En el momento en el que el atentado truncó sus vidas, Julian y su madre, Jumarie, estaban juntos. Ella permanece grave en el hospital. Él murió esa misma tarde, pero los Mossos no confirmaron la noticia hasta hablar con su padre, que viajó desde Australia a la Ciudad Condal. El sábado adelantaron que el pequeño había estado localizado en todo momento, ya que la familia había lanzado un mensaje de ayuda para dar con su paradero. En apenas 24 horas, su rostro había dado la vuelta al mundo. Y aunque al recibir la noticia de que estaba en el hospital -no se comentó nada sobre su estado de salud- muchos creyeron que el crío estaba vivo, ayer se conoció el peor de los presagios.

«Julian nos fue tristemente arrebatado. Tenía mucha energía, era divertido y travieso, siempre nos hacía sonreír. Nos sentimos bendecidos por haberlo tenido en nuestras vidas», dijeron ayer los familiares en un comunicado en el que agradecieron la ayuda recibida. También destacaron su agradecimiento a todos los que ayudaron en la búsqueda del pequeño. «Su amabilidad -manifestaron sus allegados- fue increíble durante unos momentos difíciles».

Con la identificación de Cadman- quien son ya doce los fallecidos identificados, de los catorce que produjeron los atentados. Se espera que hoy se confirme la indentidad de las víctimas restantes. Permanecen ingresados 51 heridos, de los cuales hay diez en estado crítico, 15 graves, 25 menos graves y uno leve.

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