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JORGE SAINZ
Viernes, 23 de febrero 2018, 00:43
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San Sebastián. Los documentos del debate interno de ETA sobre su desaparición difundidos ayer confirman su voluntad de dejar de existir definitivamente. Y avanzan que será la izquierda abertzale política quien lidere en adelante el «proceso independentista», una vez que la banda se sitúe para siempre fuera del escenario vasco, algo que se concretará antes del verano. La organización ya desarmada avanza que la reflexión interna se acerca a su final para cerrar «el ciclo y la función de ETA» sesenta años después de su fundación. Y adelanta que su desaparición se producirá con «tranquilidad estratégica» ya que «el movimiento político que denominamos izquierda abertzale ha demostrado suficiente madurez y capacidad de lucha» y «resulta mucho más eficaz para materializar el reto al que nos enfrentamos hoy en día».
Los documentos del debate, publicados en su literalidad por el diario Gara, confirman que la desaparición de ETA será un hecho «de facto», con independencia de si emplea el término «desmovilización» o «disolución», que es el que exige el Gobierno central y que la mayoría de los militantes de la banda rechaza. «ETA no será ya un agente que interpela y es interpelado», rezan los documentos, que avanzan que su intención de cerrar «el ciclo y la función de ETA» para potenciar el «proceso político».
El debate está muy avanzado y cuenta con una alta participación para reforzar la cohesión interna. Se han elaborado tres documentos, uno de contextualización histórico; otro sobre el periodo de cese de la actividad armada a partir de 2009 y un tercero con la propuesta de desaparición. Solo este último se somete a votación de 'sí', 'no' o 'en blanco'. Los miembros de la organización y presos que participan en el debate votarán y el resultado se materializará de inmediato y se dará a conocer.
No será un agente civil
Tras confirmar también que ETA no prevé convertirse en ningún tipo de organización o agente civil, reitera que «no se opta entre Organización o precipicio», sino que será la izquierda abertzale política quien lleve la manija en el reto de «acelerar la estrategia independentista» a través de «toda la fuerza militante creada bajo la influencia de ETA y a su alrededor». Tras reclamar a todos sus militantes que asuman «el deber de mantener la cohesión interna en la izquierda abertzale», el documento de debate recoge la necesidad de impedir eventuales «utilizaciones malintencionadas de las siglas de ETA, que la banda considera ya encarriladas.
Por último, los textos de debate señalan que «la izquierda abertzale no abjurará de sí misma» y que ETA renuncia a «imponer la integridad de su relato», aunque tampoco «renegará de su aportación, pese a estar abierta a la autocrítica, ni tampoco demandará su total legitimación a aquellos que están dispuestos a recorrer el camino de la construcción del Estado vasco».
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