Borrar
La carretera A-494, que une Mazagón y Matalascañas, permanecía ayer cortada al tráfico y cercada por el fuego. :: EFE
El fuego toca la puerta de Doñana

El fuego toca la puerta de Doñana

El fuerte viento complica la extinción del incendio que obligó a desalojar a más de 2.000 personas en Moguer y Mazagón entre escenas de pánico

CECILIA CUERDO

Lunes, 26 de junio 2017, 00:27

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Bajo un calor asfixiante y una intensa humareda, más de medio millar de efectivos de los servicios de extinción de incendios de la Junta de Andalucía y la Unidad de Emergencia Militar trabajan sin tregua desde la noche del sábado para tratar de sofocar el incendio que asola una zona de pinar en Mazagón (Huelva) y que, según la Administración andaluza, pudo ser «intencionado». Las rachas cambiantes de fuerte viento dificultan unas labores que llegan ya a la zona del preparque Natural de Doñana, el humedal más importante de España, y que han obligado a desalojar a unas 2.300 personas que veraneaban o residen en la zona.

El incendio comenzó sobre las 21:30 horas del sábado en el Camino de las Peñuelas, una de las vías que, paralelas al parque, une la playa de Mazagón con Moguer. El Servicio de Emergencias 112 empezó a recibir decenas de llamadas alertando de la columna de humo. Impulsadas por rachas de viento de hasta 60 kilómetros hora, las llamas comenzaron a propagarse a gran velocidad por un área de densa vegetación, resecada por el calor y la falta de lluvia. Los servicios de extinción de incendios se desplazaron a la zona, pero la caída de la noche impidió los refuerzos desde el aire y solo se pudo trabajar a pie de campo. Las altas temperaturas y el viento formaron un coctel explosivo, como demuestra que en solo cinco horas el fuego avanzó doce kilómetros, según el director del Dispositivo para la Prevención y Extinción de Incendios Forestales de Andalucía (Infoca), Juan Sánchez.

Apenas una hora después este organismo declaraba el 'nivel 1' de emergencias y comenzaban las evacuaciones en hoteles, el parador nacional, las urbanizaciones, los campings o los poblados chabolistas de inmigrantes que trabajan en la campaña de la fresa. Unas 2.100 personas fueron desalojadas durante la noche, y otras 200 ayer por la mañana.

La mayoría de ellas acudió a refugiarse a casa de familiares o a sus propias viviendas. Los menos afortunados, unos 750, tuvieron que ser realojados en instalaciones deportivas y municipales de localidades cercanas de forma preventiva, aunque varias familias vieron las llamas en las mismas puertas de su casa, que abandonaron precipitadamente. También se vieron afectadas tres carreteras comarcales, que quedaron cortadas por precaución dado que se podían ver llamas a un lado y otro de la calzada.

Recuerdo de Portugal

Fue entonces cuando empezaron los momentos de nerviosismo. En la cabeza de muchos rondaban las escenas de la reciente tragedia de Portugal, y rechazaron meterse en la carretera para no quedar atrapados, refugiándose en la playa para escapar de las llamas. La generosidad de los vecinos funcionó, y hubo quien cedió su cama a los pequeños, o quien repartía botellas de agua, mantas e incluso toallas empapadas para facilitar la respiración a los que estaban en la calle.

Con las primeras luces del domingo empezaron a llegar los medios aéreos. Hasta 26 aviones, helicópteros e hidroaviones estuvieron durante toda la jornada de intentando sofocar las llamas y luchando contra los continuos cambios de viento que han avivado el fuego. A primeras horas de la noche de ayer aún había dos focos activos y se mantenía cortada una carretera que atraviesa la zona.

El consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, explicó que uno de los focos que más preocupa, el que avanza en dirección a Matalascañas, se había frenado y se estaba actuando en la zona «para tratar de estabilizarlo al máximo», lo que iba a permitir abrir la carretera entre ese núcleo costero y Mazagón. «Parece que hay un escenario más esperanzador», aseguró el consejero.

En Matalascañas, 50.000 personas entre residentes y turistas, se vieron aislados ante el corte de carreteras, y se vivieron algunos momentos de pánico y confusión. Sobre las 21:00 horas quedó habilitada la carretera A-483 de salida desde Matalascañas. La Guardia Civil escoltó a todos los que quisieron abandonar en sus vehículos la zona.

Las administraciones regional y nacional rehusaron dar una estimación de hectáreas afectadas y el director del Infoca se limitó a subrayar que el objetivo era «que los flancos no se conviertan en frentes» y poder estabilizar el incendio.

Una vez asegurada la seguridad de las personas, los esfuerzos se concentraron en la protección del Parque Natural de Doñana, y según detalló el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, desplazado a la zona junto a la ministra de Empleo, Fátima Bañez, y la presidenta andaluza, Susana Díaz, se están «tomando medidas especiales para que la incidencia del fuego sea la menor posible». El Rey llamó a la presidenta andaluza para interesarse por la situación de los evacuados y por los trabajos de extinción del fuego.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios