Borrar
Javier Fernández saludando el 15 de marzo a Pedro Sánchez antes del debate con los otros dos candidatos a las primarias del PSOE. :: á. Díaz / efe
El líder de la gestora renuncia a seguir siendo barón en el PSOE de Sánchez

El líder de la gestora renuncia a seguir siendo barón en el PSOE de Sánchez

Fernández anuncia que no aspirará a la reelección como secretario general de Asturias y Antonio Hernando ayudará a Ábalos en el Congreso

PAULA DE LAS HERAS

Sábado, 27 de mayo 2017, 00:51

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El PSOE se va ajustando a la segunda era de Pedro Sánchez de modo paulatino. El secretario general de los socialistas no tiene aún poderes ejecutivos, pero sí políticos y ya ha empezado a tomar las riendas de la situación. Ayer se reunió con la dirección del grupo parlamentario para estudiar la agenda legislativa y revisar estrategias. Y en el camino, recibió una noticia relevante: el aún presidente de la gestora y del Principado de Asturias, Javier Fernández, renuncia a seguir liderando el partido en su tierra.

El dirigente asturiano, un referente para buena parte de los socialistas españoles por sus discursos bien armados y su solvencia intelectual, tenía más o menos tomada la decisión de no presentarse al congreso regional hacía ya varios meses. Tiene 68 años y la federación muy revuelta, con el siempre clave sindicato minero SOMA-UGT a la contra. «Vitalmente, está de salida pero quizá si hubiera ganado Susana -admiten fuentes de su entorno-, se lo habría pensado». Su relación con Sánchez es muy tensa y su victoria en las primarias ha sido, pues, determinante en la decisión final.

Fernández ni siquiera abandonó su despacho de Ferraz para asistir a la foto de unidad entre los tres candidatos en la noche electoral ni compareció junto al ganador, como hizo Alfredo Pérez Rubalcaba en 2014, ante los militantes. Tampoco lo recibió el miércoles pasado cuando volvió a poner un pie en su oficina de la quinta planta por primera vez desde el 1 de octubre. De hecho, no se verá con él, como presidente de la gestora, hasta el lunes.

Ahora, seguirá siendo presidente autonómico hasta los próximos comicios, pero no será barón de un PSOE en el que Sánchez quiere marcar los límites a los líderes territoriales, como demuestran las enmiendas presentadas pro su equipo a la ponencia que se debatirá en el congreso del 17 y 18 de junio. Su voz no se oirá ya en los comités federales ni el Consejo de Política Federal, en los que se discute sobre el modelo de Estado.

El asturiano no es el único secretario general que se adapta a los nuevos tiempos, después de haber visto cómo los militantes de sus federaciones apoyaban de forma mayoritaria a Sánchez, en contra de su recomendación. Pero la mayoría lo han hecho de otra manera. El extremeño Guillermo Fernández Vara lleva días defendiendo que los perdedores de las primarias deben asumir la derrota con humildad y ponerse a disposición del líder. Y el valenciano Ximo Puig dijo el primer día que sería «leal».

Repliegue

Incluso Susana Díaz y Javier Lambán se han modulado. La andaluza eludió la noche electoral ponerse a disposición de Sánchez y fuentes del partido aseguran que en el hotel en el que había previsto celebrar la victoria con una fiesta convertida en funeral, aseguró a los suyos que no daba la guerra por perdida. Dos días después, sin embargo, dejó claro que se repliega en su tierra y anunció que votará la ejecutiva de su rival en el congreso federal sin pedir nada más que reciprocidad en Andalucía. El aragonés, por su parte, comenzó dejando claro que trataría de combatir el modelo de partido que propone Sánchez en el congreso. Pero luego cambió de opinión.

En realidad, está por ver qué pasa en el cónclave de junio, en el que se decide el proyecto ideológico y la manera de funcionar del PSOE. Depende del reparto de fuerzas en la elección de los 1.035 delegados, este fin de semana. Pero todo apunta a que habrá de nuevo mayoría 'sanchista'. El equipo del secretario general, por lo pronto, ya se ha hecho de la organización. Este viernes se reunieron con el portavoz de la gestora, Mario Jiménez, para hacerlo evidente. Y una de las consecuencias es que ni Eduardo Madina ni José Carlos Díaz defenderán ya la ponencia marco.

Al margen de la vida orgánica, Sánchez también ha empezado a tomar ya decisiones en el Congreso de los Diputados. El jueves se citó con el exportavoz parlamentario, Antonio Hernando, para reclamarle que se mantenga en la dirección del grupo y ayude a su sustituto provisional, José Luis Ábalos, las próximas tres semanas. En el entorno del revalidado líder aducen que es lo mínimo que cabe exigirle, tras su dimisión el domingo. El líder socialista, por su parte, asegura que no quiere cortar cabezas y, una vez acabe esta fase de interinidad, buscará a su excolaborador un papel de segunda fila donde pueda ser «útil».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios