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Íñigo Méndez de Vigo comparece ayer tras el Consejo de Ministros. :: Emilio Naranjo / efe
El Gobierno reclama al PSOE «claridad» ante el desafío secesionista

El Gobierno reclama al PSOE «claridad» ante el desafío secesionista

El Ejecutivo advierte de que permanecerá activo y alerta durante el verano por si Puigdemont avanza hacia la desconexión de Cataluña

NURIA VEGA

Sábado, 27 de mayo 2017, 00:51

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madrid. El Gobierno de Mariano Rajoy reclamó ayer concreción al nuevo PSOE de Pedro Sánchez sobre el modelo de Estado que pretende el partido. En la Moncloa acogen con cierto recelo el concepto de «nación de naciones» que en los últimos meses ha defendido el líder electo de los socialistas. Y con el proceso independentista a punto de entrar en una fase decisiva en Cataluña, en el Ejecutivo no quieren ambigüedades que fracturen el bloque constitucionalista. «El PSOE tenía una posición enormemente clara sobre esta cuestión y es bueno que clarifique su postura», demandó el portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, tras el Consejo de Ministros.

En el Gobierno son conscientes de que el planteamiento de Sánchez no genera unanimidad entre los socialistas. La intención del recién reelegido secretario general es someter a debate en el Congreso Federal previsto para los días 17 y 18 de junio una propuesta de reforma constitucional que perfeccione «el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado». Aunque, en realidad, el líder del PSOE entiende que esta filosofía ya está recogida en el artículo 2 de la Carta Magna, aun cuando el apartado sólo habla de «nacionalidades».

Ese fue el consenso alcanzado en 1978 por los siete ponentes de la Constitución, entre quienes figuraban el histórico socialista Gregorio Peces-Barba y Jordi Solé Tura, exministro de Felipe González. Méndez de Vigo puso ayer sobre la mesa el legado de ambos para recordar al PSOE su responsabilidad como «partido que ha gobernado España y que tuvo una participación muy importante en la redacción» de la Carta Magna.

Menos comedido, el PP alertó del «gran error» que podrían cometer los socialistas si en esta materia «abrazan» el programa político de Podemos. «Estos debates son estériles, sólo sirven para dar esperanzas a los independentistas en la culminación de su proyecto, que es evidentemente muy claro, destruir la soberanía nacional», reprochó el portavoz parlamentario de los populares, Rafael Hernando. En la apreciación coincide el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que pidió a Sánchez dejar de «cuestionar» España. En todo caso, ningún miembro del Gobierno puso en duda el rechazo del PSOE a la celebración de un referéndum independentista.

Unidad de acción

La amenaza de ruptura en Cataluña ha llevado a Mariano Rajoy a demandar el respaldo de las principales fuerzas políticas. Así, el pasado jueves, el presidente instó no sólo a los socialistas, sino al «mayor número» posible de partidos a cerrar filas en la defensa de la soberanía nacional y la unidad de España.

Fuentes gubernamentales aseguran haber mantenido hasta ahora un contacto fluido con el PSOE y Ciudadanos, y recuerdan que el pasado 19 de mayo se les informó de que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, iba a ofrecer formalmente a Carles Puigdemont acudir al Congreso para debatir sobre su propuesta de referéndum.

La buena acogida en el empresariado catalán de esa invitación al diálogo parlamentario ha sido recibida con agrado en la Moncloa. Después de que el Círculo de Economía sugiriera al presidente catalán comparecer en las Cortes Generales, Méndez de Vigo interpretó que crece el malestar por una deriva independentista que calificó de «atentado grave contra el Estado de Derecho».

Ahora, ante la posibilidad de que la Generalitat aproveche el verano para avanzar hacia la desconexión de Cataluña, en la Moncloa advierten de que el Ejecutivo permanecerá activo y atento a cualquier maniobra del secesionismo.

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