Borrar

COLGADOS DE AYER

MANUEL ALCÁNTARA

Sábado, 14 de enero 2017, 00:06

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Aprendí esa definición de la resaca etílica en Argentina, pero ahora afecta a los que están al otro lado del mostrador, como Junqueras y Santamaría. La facturita del rescate a las cajas destempladas asciende a 60.716 millones de euros. Oleguer Pujol, que es el menor de la terrible familia, confiesa que cobró millones de dólares en negro, mientras muchos catalanes se creían que España, que también son ellos, les robaba. La Fiscalía ha pedido, por primera vez, prisión para un miembro del clan, que otros llaman banda. El juez se va a conformar con retirarle el pasaporte, que es como si a un conductor le retiraran el carné de conducir pero le dejaran seguir conduciendo. Anticorrupción ha pedido su ingreso en la cárcel, ya que cobró comisiones en Miami, y le obliga a comparecer cada quince días, para no perderle de vista, ya que el dinero se da por perdido. Después de la Sagrada Familia no hay ninguna más célebre en Cataluña que la familia Pujol, que algunos confunden con la familia Corleone, sin duda por la influencia del cine y de los acomodadores.

En España sólo hay algo que dure más en llegar: que son las retiradas. «Me voy, me voy, pero me quedo», que decía la copla. El exministro Federico Trillo, que no podemos pedir que Dios confunda, porque ya lo ha hecho, ha dejado la Embajada de Londres. Más bien la embajada le ha dejado a él. La decisión de Cospedal de asumir el informe del Consejo de Estado llega tarde, pero ya sabemos que nunca es tarde si la pena es buena. Quizá no sea justo que le acompañen trece diplomáticos, pero no iban a dejarle solo. Esos relevos «a petición propia» siempre los piden los ajenos. Cuestiones de escalafón, que siempre suenan a orfeón. El 'caso Yak-42', que pasó hace muchos años, sigue pasando la cuenta. Le ha retirado su apoyo Rajoy, a pesar de que nunca se lo había dado, pero no hay olvido. Para descolgarse del ayer hay que morir y muchos seguimos vivos, según parece.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios