El retiro dorado que aguarda a Rajoy

Dicen los estatutos del PP que el cargo corresponde a quienes habiendo ejercido el liderazgo de la formación, «hayan contribuido de forma determinante al fortalecimiento» del proyecto político de los populares. Tan a medida se elaboró este apartado organizativo que sólo Mariano Rajoy podría optar algún día, y a propuesta del que sea su sucesor, a ser el nuevo presidente de honor de los populares, cargo que hasta ahora solo ha tenido un ocupante, Aznar. Manuel Fraga fue el presidente fundador.

Este apartado de la normativa interna del PP no se verá afectado por la reforma que propone la ponencia política y de estatutos que coordina el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maillo. Los populares tratan de dejar atrás el último episodio del caído Aznar y la etapa de desencuentros que protagonizó casi desde el mismo día en que Rajoy pisó la Moncloa. Se trata de no echar más leña al fuego que de cuando en cuando avivan los afines del expresidente del Gobierno contra la gestión de Rajoy y dejar que las brasas se consuman por sí solas.

En cualquier caso, en el congreso del próximo febrero del PP, donde se aspira a que todas las familias del partido se sientan integradas en la nueva etapa y partícipes en la dirección, se reconocerá la trayectoria del partido, los orígenes de su historia y el legado que ha dejado su antiguo líder. Eso sí, sin las grandes demostraciones de afecto que hubo en el pasado.