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Juan Ignacio Zoido posa en la sala de reuniones del Ministerio del Interior.
«La amenaza yihadista es permanente, pero la ciudadanía no debe obsesionarse»

«La amenaza yihadista es permanente, pero la ciudadanía no debe obsesionarse»

Inflexible con los presos de ETA, dice estar en alerta extrema por el Daesh y volcado en buscar consenso con la oposición

MELCHOR SÁIZ-PARDO

Sábado, 31 de diciembre 2016, 00:50

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Es consciente de que su gran reto al frente del Ministerio del Interior es evitar a toda costa que España sea golpeada por la yihad. Su extrema cautela se mezcla son su tremenda confianza en el trabajo que desarrollan las fuerzas de seguridad. Juan Ignacio Zoido ( Sevilla, 1957), sin embargo, no pierde de vista ni un momento a ETA. Es más, ha endurecido de manera evidente el discurso con respecto a su antecesor. Ya no basta la disolución y la entrega de armas para el acercamiento de presos. Zoido exige también el arrepentimiento y la petición de perdón de cada recluso. En su primera entrevista tras la ritual comparecencia en el Congreso, ministro se deshace en guiños a los grupos parlamentarios para hacer una reforma controlada de la 'ley mordaza', término que rechaza de plano.

-¿Cómo evitar que también en España un radical se lance contra la multitud con un camión como ha ocurrido en Berlín o que degüelle a una persona? ¿No es imposible?

-¿Imposible? No sé. En estos últimos años, desde luego, se han abortado atentados con detenciones de gente con plena disposición a atacar. Lo que está claro es que nuestras fuerzas de seguridad están en un permanente estado de alerta. Desde luego, este es un terrorismo diferente al que estábamos acostumbrados en España con ETA o los Grapo. Pero también es verdad que en España las fuerzas de seguridad, también Ertzaintza y Mossos, tienen más experiencia que en otros países. Desde que en 2015 que se elevara el nivel de alerta a 4 han sido 175 los yihadistas detenidos. En España estamos demostrando una gran eficacia frente al terrorismo yihadista. También es verdad que en España tuvimos una experiencia horrenda en 2004 con los atentados del 11-M y eso nos hizo que se acelerara la especialización para combatir esta amenaza.

-¿Pueden estar tranquilos los ciudadanos en estas fechas de grandes aglomeraciones?

-Se ha redoblado la protección en los medios de transporte y las concentraciones. Estamos en alerta. La situación del yihadismo es potencialmente complicada, pero los ciudadanos no deben obsesionarse. Los que se deben preocupar, y así lo hacen, son las fuerzas de seguridad, que están haciendo un esfuerzo tremendo. Los ciudadanos deben estar tranquilos, aunque conscientes del riesgo que existe. Insisto, la amenaza yihadista es permanente, pero la ciudadanía no debe obsesionarse.

-Desde 2004 España no sufre un atentado yihadista. ¿Estamos mejor que Francia, Bélgica o Alemania en este terreno?

-Ellos quizás tengan un nivel de alerta superior que el nuestro, una amenaza más seria que la que actualmente sufre España.

Un aliado fiel

-¿Es suficiente la coordinación contra esta amenaza en la UE?

-La coordinación siempre es susceptible de mejorar, pero existe una gran coordinación entre los socios europeos. Por precaución, no debo entrar en este tema, pero le garantizo que la comunicación es contante y fluida entre todos los países. La coordinación antiterrorista además está siendo impulsada por todos los responsables políticos, con independencia de su color. No hay Consejo de Justicia e Interior en el que este tema no sea el eje fundamental.

-¿Marruecos está siendo un aliado fiel?

-Marruecos es fundamental en la lucha antiterrorista, además de en la inmigración. Su ayuda está siendo extraordinaria y permanente. No se pude tener una colaboración más estrecha con Marruecos en el tema del yihadismo.

-¿Hay suficiente ayuda de las comunidades islámicas?

-Sí, sin duda. Tenemos un contacto permanente con ellos en busca de esos 'garbanzos negros'. La información fluye en ambos sentidos, que creo que es lo más importante.

-¿Cuáles son los puntos fuertes y débiles en España de la lucha contra el terrorismo islámico?

-Nuestros puntos fuertes son el alto grado de información que nuestras fuerzas de seguridad tienen sobre los movimientos de estos grupos y la colaboración entre todos los cuerpos implicados en organismos como el Citco, donde también participa el CNI. ¿Y puntos débiles? Trabajamos para que no haya puntos débiles en la lucha contra el terrorismo islámico en España. El único punto débil es la locura de los que provocan estos actos.

-Ahora que el Estado Islámico pierde terreno en Siria e Irak están retornando más terroristas a Europa. ¿Qué grado de amenaza suponen para España?

-Aproximadamente podríamos estar hablando de unas 200 personas, más hombres que mujeres, que están en países en conflicto. De esas personas que salieron, algunas han vuelto. La Policía y la Guardia Civil vigilan muy de cerca a esos 'foreign fighters' pero si la justicia no tiene nada contra ellos, nada se puede hacer. Pero los 'combatientes extranjeros retornados' no serían el mayor problema del yihadismo en España.

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