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Carme Forcadell saluda en el Parlamento catalán al diputado Lluis Llach. :: andreu dalmau / efe
La Fiscalía acusa a  Forcadell de querer «dinamitar» la Constitución

La Fiscalía acusa a Forcadell de querer «dinamitar» la Constitución

El Ministerio Público presenta la querella en la que acusa a la presidenta del Parlament de los delitos de prevaricación y desobediencia

CRISTIAN REINO

Jueves, 20 de octubre 2016, 00:27

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BARCELONA. La Fiscalía Superior de Cataluña presentó ayer la anunciada querella criminal contra Carme Forcadell, a la que acusa de «actuar con total desprecio a la Constitución de 1978» y de «dinamitar el modelo territorial del Estado». Todo ello por permitir el debate y la votación de las conclusiones de la Comisión de Estudio del Proceso Constituyente, a pesar de que existía una advertencia expresa del Tribunal Constitucional para que no lo hiciera.

La Fiscalía reclama al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que abra una causa contra Forcadell, designe magistrado instructor y llame a la presidenta de la Cámara catalana a declarar en calidad de investigada por desobediencia y prevaricación. Estos dos delitos podrían suponer la inhabilitación, pero en ningún caso comportarían penas de ingreso en prisión.

La querella de la Fiscalía llega después de que el Gobierno central presentara un incidente de ejecución de sentencia en el Constitucional. El alto tribunal prefirió no hacer uso de las atribuciones coercitivas de las que dispone desde el cambio normativo de 2015, pero sí remitió el caso a la Fiscalía General de Estado. Finalmente, ha sido el Ministerio Público de Cataluña el que ha abierto las diligencias. Forcadell, por tanto, podría convertirse en breve en la siguiente encausada como consecuencia del proceso soberanista catalán. Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau están pendientes de ser juzgados por haber supuestamente desobedecido al Constitucional por organizar la consulta del 9-N.

Según el criterio del fiscal jefe de Cataluña, José María Romero de Tejada, la presidenta de la Cámara catalana manifestó una voluntad «inequívoca e irreversible de llevar a cabo su proyecto político por la vía de los hechos consumados». Añade que, al permitir la votación, dio impulso al proceso constituyente incluido en la declaración de independencia del 9 de noviembre de 2015, que fue anulada por el Constitucional y que resulta de «imposible encaje en el ámbito competencial del Parlamento autonómico».

La presidenta de la Cámara catalana reaccionó con «tranquilidad», pero al mismo tiempo con contundencia y afirmó que lo que dinamita el Estado es la corrupción y la falta de libertad de expresión. A su juicio, la querella impulsada por el Ministerio Público es la prueba de que en España «no hay separación de poderes». «Cumplía con mis funciones como presidenta de la Cámara y debatir no es dinamitar, el parlamento está para debatir», justificó. Forcadell mantiene que no contempla su inhabilitación y que de producirse se estaría cometiendo un «ataque muy grave contra la democracia». «Iré a declarar cuando me lo pida el juez y le diré que defendía la soberanía de esta cámara», señaló la dirigente independentista.

Homs, el siguiente

Tras Forcadell, el siguiente dirigente independentista que podría enfrentarse a la justicia es Francesc Homs. El portavoz del Partit Demòcrata Català comparecerá en la Comisión del Estatuto del Diputado el próximo 2 de noviembre para explicarse personalmente ante la petición del suplicatorio del Tribunal Supremo. El dirigente de la antigua Convergència pedirá antes que a la Comisión puedan acudir testigos para poder defenderse mejor, porque, asegura, los delitos que se le atribuyen de desobediencia y prevaricación «no son broma».

Entre esos posibles nombres, se encuentra el del presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, miembro «ínclito» del PP, según Homs. La intención del dirigente independentista es que De los Cobos explique por qué no aclararon los días previos al 9-N los términos de la suspensión de la consulta soberanista. A su juicio «no actuó y se lavó las manos».

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