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El secretario político de Podemos, Íñigo Errejón, con Iglesias por detrás de él, durante el Consejo Ciudadano celebrado ayer en Madrid. :: EFE
Iglesias y Errejón discrepan sobre cómo aprovechar la debilidad del PSOE

Iglesias y Errejón discrepan sobre cómo aprovechar la debilidad del PSOE

El número dos de Podemos advierte de que no se convertirán de manera «automática» en la alternativa al PP si hay una abstención socialista

P. DE LAS HERAS

Domingo, 9 de octubre 2016, 00:34

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Nadie parece discutir en Podemos que la eventual abstención del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy puede convertirse en una gran oportunidad para su propia recuperación, tras el tropezón electoral del pasado 26 de junio. Pero las cada vez más evidentes diferencias entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón alcanzan también a la estrategia que uno y otro consideran necesario desempeñar para aprovechar la coyuntura. El secretario general y el número dos del partido volvieron a dar muestras de su rivalidad interna durante el Consejo Ciudadano, que este sábado se celebró en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Una batalla que aún está lejos de resolverse.

El encuentro de ayer sirvió en cierto modo para medir fuerzas, pero la participación de los afines en el debate no puede considerarse del todo significativa porque a la cita se invitó en esta ocasión, de forma extraordinaria, a diputados y senadores, que pueden inclinar la balanza hacia las posiciones de Iglesias. Y en todo caso, al no votarse resolución alguna -algo que sí acostumbra a hacer, en cambio, el Comité Federal del PSOE-, resulta difícil concluir con claridad cuál es la posición moralmente ganadora.

Las primarias que celebrará el partido para renovar la dirección de Madrid a principios de noviembre serán una primera prueba de fuego para evaluar el respaldo con el que cuentan las tesis de cada cual; un ensayo general de la batalla que puede librarse en el próximo congreso nacional para el que se baraja la fecha de febrero del 2017. Entre tanto, los dardos son continuos.

Si el viernes, en un encuentro con los 'círculos' reconvertido en un acto de exaltación 'pablista', Iglesias se reivindicó ya como la primera fuerza de la oposición en la Cámara baja, Errejón aprovechó su intervención ante el máximo órgano de decisión del partido para advertir de que el título de fuerza alternativa al PP «no es automático ni caerá del cielo por los errores de otro». «Depende de nuestra virtud para representar los dolores pero también las esperanzas existentes», dijo en clara alusión a ese argumento tan empleado por el secretario general, según el cual su obligación es «politizar el dolor».

El secretario político de Podemos -que considera demostrado que la alianza con Izquierda Unida y la estrategia de Iglesias durante la negociación de la investidura de Pedro Sánchez les penalizó en las generales de junio- siempre ha defendido que para atraer a nuevos votantes («a los que faltan» para ser la fuerza de cambio que aspiran a ser) hay que resultar más «amables». Iglesias replicó a ese planteamiento en su intervención ante el Consejo Ciudadano con contundencia. «No podemos volver a pensar que el tono o que determinadas piruetas nos van a dar credibilidad. Eso nos lo da no disfrazarnos», adujo.

Éxito personal

El líder podemista, deprimido tras el fiasco de las últimas generales, se siente ahora avalado en sus actuaciones por la grave crisis interna que atraviesa el PSOE, algo que celebra como un éxito personal. Algunos de sus partidarios, como el secretario de Organización, Pablo Echenique, defendieron ayer que lo que ha llevado a la que fuera principal fuerza política de la izquierda a la situación en la que se encuentra ha sido la exigencia de un ejecutivo conjunto en el que Podemos ocupara algunos de los principales ministerios y su negativa a moverse de ahí y aceptar una abstención frente al pacto PSOE-Ciudadanos, que llegó a plantearse el sector errejonista.

Bajo ese prisma, Iglesias insistió en que, para no convertirse en una «fuerza política de coyuntura», Podemos está obligado a «cavar trincheras en la sociedad civil», lo que se traduce en volver al activismo, en participar en primera línea en protestas callejeras, en imbricarse en el sindicalismo y también en construir «medios de comunicación alternativos». El televisivo dirigente sostiene que las instituciones, sobre todo cuando no se gobiernan, «pueden convertirse en una trituradora de decencia» y que por eso hay que hacer política en otros ámbitos. «Faltan cargos públicos de Podemos en los conflictos sociales», adujo. Su número dos defiende, en cambio, que hay que saber llegar a la gente que «no vibra con la política».

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