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Los 37 acusados, en el banquillo de la Audiencia Nacional; en primer término, el abogado Luis de Miguel, considerado el arquitecto financiero de la trama Gürtel. :: chema moya / efe
El silencio de Correa pone en un aprieto a los acusados en el macrojuicio de 'Gürtel'

El silencio de Correa pone en un aprieto a los acusados en el macrojuicio de 'Gürtel'

El cabecila de la red corrupta ofrece «gestos de buena voluntad» al tribunal en busca de atenuantes frente a las peticiones de nulidad de las defensas

MATEO BALÍN

Miércoles, 5 de octubre 2016, 00:43

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El macrojuicio de la primera época del 'caso Gürtel', referido a las actividades de 1999 a 2005 llevadas cabo por el entramado societario creado por Francisco Correa para servir al Partido Popular, comenzó con sorpresas. Y también con un ligero retraso. El silencio del cabecilla de la red corrupta en la primera sesión de las cuestiones previas podría desbaratar las estrategias de los acusados, quienes pidieron nulidades masivas en el procedimiento. Correa ofreció «gestos de buena voluntad» a la sala, según fuentes de su defensa, en línea con el guiño que hizo la semana pasada para entregar 2,2 millones de euros de una cuenta en Suiza para reparar el daño ocasionado a varias administraciones públicas.

Los movimientos de Francisco Correa se pueden llegar a entender por el oscuro horizonte procesal que tiene por delante, la Fiscalía le pide 109 años de prisión y más de 60 millones entre multas y responsabilidad civil. En cualquier caso, sorprende cuanto menos que no ha sido hasta días antes de que comience la vista oral, después de cinco años y medio de larga instrucción y tres años en prisión preventiva, cuando el empresario nacido en Casablanca en 1955 ha cambiado de táctica en busca de atenuantes que mitiguen su previsible condena.

La primera noticia del llamado «Don Vito del PP» llegó con un cambio de abogado. De contar con un letrado del turno de oficio por sus imposibilidades económicas, que incluso llegó a pedir el aplazamiento del jucio para preparar la defensa, ayer se presentó en la Audiencia Nacional con Juan Carlos Navarro, quien le defendió en la vista de Gürtel-Fitur en Valencia. Y es que del resultado de esa sentencia depende en gran medida la longitud de los «gestos de buena voluntad» de Correa. Un fallo que se conocerá con seguridad durante la celebración de este juicio.

En la misma línea que su exmarido, la defensa de María del Carmen Rodríguez también guardó silencio en su turno de cuestiones previas, sabedora de que su suerte va de la mano del primero. La exjefa de gabinete del Ayuntamiento de Majadahonda (Madrid) se enfrenta a 35 años de prisión por siete delitos.

El mundo al revés

Pero en esta primera sesión del mundo al revés, los que sí se subieron al tren de las nulidades fueron el extesorero del PP Luis Bárcenas, su mujer Rosalía Iglesias y el denunciante de la trama, José Luis Peñas, exconcejal de Majadahonda y la persona que llevó las grabaciones realizadas a Francisco Correa a la Fiscalía. El abogado de Peñas planteó que a su cliente no le leyeron los derechos tras su detención, mientras que la defensa de Bárcenas incidió en la imposibilidad de incorporar la información bancaria remitida por las autoridades suizas. Más densa fue la intervención del letrado del 'número dos' de la trama, Pablo Crespo, ex secretario general del PP gallego, a quien la Fiscalía pide 85 años y medio de prisión. Su abogado solicitó la nulidad de las grabaciones de Peñas al no poder acreditarse su autenticidad. «Esas grabaciones fueron objetos de manipulación», dijo Miguel Durán, que recordó que fueron usadas por Baltasar Garzón para activar la causa. Del mismo modo, criticó la «politización» del 'caso Gürtel' y para sorpresa de algunos reclamó sacar de la vista los registros en las propiedades de Correa, quizá en una estrategia de defensa coordinada con éste.

Además de las nulidadades, varios acusados como el contable de 'Gürtel' José Luis Izquierdo o los administradores Isabel Jordán y Álvaro Pérez, 'el Bigotes', pidieron ausentarse de las sesiones del juicio por diferentes motivos: enfermedad o cuidado a terceras personas. Mientras que tres acusados a penas menores, el constructor Alfonso García-Pozuelo, el empresario Jacobo Gordon (exsocio de Alejandro Agag, yerno de José María Aznar) y el exconsejal de Pozuelo Roberto Fernández avanzaron posibles acuerdos con la Fiscalía.

Por su parte, dos acusaciones populares, la ejercida por la asociación de abogados Adade y la del Partido Socialista de Madrid, volvieron a reclamar al tribunal que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, declare como testigo en la vista oral. Justificaron su solicitud en que éste era secretario general del PP en 2003 y 2004, años incluidos en las actividades de la trama corrupta que ahora se juzgan (1999-2005).

El tribunal de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal, presidido por el magistrado Ángel Hurtado, tomará una decisión al finalizar las cuestiones previas, previsiblemente mañana. Este mismo órgano juzgador ya acordó, en cambio, que sí declaren como testigos otros ex altos cargos del PP en aquella época, como Ángel Acebes, Francisco Álvarez-Cascos, Javier Arenas, Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja o Esperanza Aguirre.

El inicio del 'caso Gürtel' preocupa, al menos de cara a la galería, poco o nada en Génova. La dirección nacional del PP afronta con tranquilidad el juicio y no cree que este caso de corrupción pueda tener incidencia en los pactos para intentar formar Gobierno. Eso sí, consciente de que este asunto centrará el foco mediático estas semanas ha enviado un argumentario interno a sus cargos para que recalquen que los afectados en esta causa fueron expulsados y subrayen que en España «quien la hace la paga, sea quien sea y se llame como se llame».

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