Borrar

Iglesias reconoce su error al acusar a González de tener las manos manchadas de cal viva

El líder de Podemos intenta recomponer sus relaciones con los socialistas para que le permitan ser presidente si le superar el 26-J

ANDER AZPIROZ

Jueves, 28 de junio 2018, 12:17

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

madrid. Pablo Iglesias entonó ayer el 'mea culpa' y reconoció que se equivocó cuando en el debate de investidura de Pedro Sánchez -hace dos meses- espetó a la bancada socialista que su exlíder Felipe González tiene las manos manchadas de cal viva, en relación a los GAL.

Desde entonces el secretario general de Podemos se había escudado en que a él y a su partido se les ha acusado de cosas mucho peores en sus dos años y medio de vida. No obstante, si Sánchez admitió la pasada semana que erró en las formas cuando espetó a Mariano Rajoy que era un «indecente», Iglesias ha seguido ahora sus pasos y confesado que su ataque «sobraba» y que en el futuro intentará mantener el control de producirse situaciones semejantes. «Fue una situación de calor en el debate, en la que nos empezamos a calentar en el Parlamento», se justificó durante una entrevista en Telecinco.

Iglesias y González mantienen un enfrentamiento personal desde hace meses en el que ninguno ha ahorrado calificativos hacia el otro. El líder de Podemos sitúa al exjefe del Ejecutivo en la cima de la casta y lo pone como ejemplo de las puertas giratorias que, denuncia, conectan la salida de la política con los consejos de administración de las grandes empresas del Ibex 35. Por su parte, González reprocha al líder de Podemos sus vínculos con Venezuela o su populismo. Sin ir más lejos, el expresidente comparó ayer a Iglesias con Marine Le Pen, la líder del ultraderechista Frente Nacional francés. Pero, pese a la profunda enemistad entre ambos, el secretario general podemista no ha dudado en reconocer su fallo, algo que habían hecho con anterioridad algunos de sus compañeros de partido.

Hace dos semanas Iglesias ya se vio obligado a pedir excusas públicas después de acusar a un periodista de publicar noticias falsas sobre Podemos para prosperar. Íñigo Errejón alabó ayer esta capacidad de pedir perdón de su jefe de filas y apuntó que le gustaría encontrar la misma «honestidad» en otros líderes políticos.

Sánchez, su vicepresidente

Iglesias es muy consciente de que el ataque durante la fallida investidura contra el expresidente del Gobierno, un referente aún en las filas del PSOE, terminó por enterrar su relación con buena parte del partido socialista.

Con la alianza con IU a punto de concretarse, en Podemos se considera muy cercana la posibilidad de superar al PSOE el 26 de junio. Incluso, de obtener un resultado cercano al del PP. Pero aún de lograr unos resultados tan optimistas como éstos, Iglesias necesitaría del apoyo de los socialistas para alcanzar la Presidencia del Gobierno que él le negó a Sánchez.

El líder de Podemos ya ofreció durante la celebración del Día de los Trabajadores ministerios al PSOE en un Ejecutivo con él como presidente. Ayer se reafirmó en la oferta y le añadió el premio de la Vicepresidencia para Sánchez u otro representante de su partido. «Para nosotros, el PSOE tiene que ser un aliado, aspiramos a gobernar con ellos», afirmó antes de asegurar que «por pura sensatez» la segunda fuerza de la coalición tendría el derecho a reclamar el segundo puesto dentro del Ejecutivo.

La fórmula que propone Iglesias a los socialistas es el Gobierno a la valenciana que ha defendido a lo largo de los últimos meses. Si entonces se ofreció a ser el vicepresidente de ese gabinete, ahora cree que obtendrá la legitimidad en las urnas para exigir la Presidencia. La estrategia de Podemos es clara. Si logra dar el 'sorpasso' el PSOE deberá elegir entre una gran coalición con el Partido Popular o plegarse a apoyar a Iglesias como presidente. Aún cuando la alianza Podemos-IU y socialistas no alcanzase los 176 escaños que suponen la mayoría absoluta en el Congreso, el Gobierno progresista a la valenciana sería posible toda vez que en Podemos no existe objeción alguna a negociar el respaldo a la investidura de su candidato con las fuerzas independentistas catalanas.

En el partido morado existe el convencimiento de que si el PSOE optase por apoyar a los populares caminaría directo hacia el precipicio a imagen y semejanza de lo que le ocurrió al Pasok griego. La única alternativa para el partido de Pedro Sánchez sería el gobierno a la valenciana. Pero para lograr este objetivo primero debe reconstruir los muchos puentes que se han volado durante meses de negociación fallida con el PSOE.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios