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La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.
Pugna interna en el PP por copar los primeros puestos de las listas electorales

Pugna interna en el PP por copar los primeros puestos de las listas electorales

Cospedal se postula para el Congreso mientras el entorno de la vicepresidenta confía en que Sáenz de Santamaría repita en el cargo

Nuria Vega

Sábado, 3 de octubre 2015, 09:11

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A medida que se acerca el momento de elaborar las listas para las elecciones generales de diciembre, crece el nerviosismo en las filas del PP. Los diputados y senadores se mueven estos días inquietos porque, como en el juego de las sillas, cuando en octubre la música de la legislatura cese, habrá quien se quede sin asiento. Y si los sondeos no van desencaminados, esta será una partida en la que los populares podrían perder más de 40 escaños de golpe. Las cuentas en los territorios hace mucho que no cuadran. La mayoría absoluta de Mariano Rajoy, con sus 185 diputados, ha pasado a la historia y sólo en sus mejores perspectivas el partido espera conservar entre 140 y 150 sillones en el Congreso. El ansiado 33% de los sufragios con el que sueñan en los corrillos políticos dista del que reflejan las encuestas menos halagüeñas, que se mueven en una horquilla de entre el 28 y 31%.

¿Conclusión? Menos tarta que repartir y más cargos pendientes de reubicación tras el retroceso del PP en los comicios autonómicos y municipales de mayo. "Cada uno está jugando sus cartas como puede para entrar en las listas", admite un dirigente de la formación que sabe que ahora, más que nunca, es vital aparecer en los primeros puestos para asegurarse un escaño en tiempos de incertidumbre.

Pero las posiciones de salida se cotizan muy caras y fruto de ello, aseguran fuentes populares, "han empezado las maniobras". En el partido y en el Gobierno interpretan que la secretaria general del PP no quiere quedarse fuera de juego y que hace días que llama a la puerta del presidente. Una vez perdido el Gobierno de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal confía, según fuentes de la formación, en ocupar un escaño en el Congreso. Las mismas voces la ubican como número uno de la lista de Albacete, mientras desde el Ejecutivo no se descarta que quiera dar la batalla por el puesto más codiciado, el de la todopoderosa vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que hace cuatro años fue la número dos por Madrid.

En la Moncloa, sin embargo, no barajan que Rajoy vaya a desplazar a quien ha sido su mano derecha en una legislatura complicada. Admiten que la relación entre el jefe del Ejecutivo y la vicepresidenta se ha enfriado en los últimos tiempos, pero aún así entienden que la "confianza política sigue intacta". En ese caso, Sáenz de Santamaría repetiría como número dos en la lista que encabezará el propio presidente, aunque todo depende, explican desde el PP, de las necesidades electorales de la formación y de si se requiere su presencia en la candidatura de Valladolid para tratar de amarrar en Castilla y León el mayor número de escaños posible.

Pesos pesados

También el vicesecretario de Política Autonómica y Local, Javier Arenas, aspira, según fuentes del partido, a liderar la lista de Sevilla al Congreso. Mientras la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, podría integrarse en la candidatura de Barcelona. Esa es, sin embargo, una de las circunscripciones más complicadas porque los populares temen no poder obtener los siete escaños que lograron en 2011 y hay varios pesos pesados que, en principio, tendrían que formar parte de esa lista. Es el caso del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz; el jefe de gabinete de Rajoy, Jorge Moragas; el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón; o, incluso, la vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy, que también podría quedarse en el Parlamento catalán.

De hecho, nadie resolverá sus dudas hasta pasadas las elecciones del 27-S en Cataluña. Las listas deberán darse a conocer aproximadamente a mediados de noviembre y en el partido dan por hecho que todo se hará público "en el último momento". "Conociendo a Rajoy, apurará todo lo que pueda", aseguran desde la la cúpula popular.

El presidente tutelará todo el proceso y tendrá que conformar en este tiempo equipos que estén dispuestos a amoldarse a una legislatura en la que la capacidad de consenso y diálogo será la principal virtud para sobrevivir en un Parlamento fragmentado, en el que entrarán nuevas formaciones políticas. Además, de estas candidaturas podría emerger el futuro relevo de Rajoy en caso de que el jefe del Ejecutivo pierda la Moncloa y abandone el liderazgo del PP. En ese caso, su delfín, Alberto Núñez Feijóo, que rechazó entrar en las listas al Congreso, habría perdido la oportunidad de hacer oposición desde la Cámara baja, y, según algunos populares, el joven vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, estaría mejor situado en la carrera sucesoria.

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