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Albert Rivera y Pablo Iglesias.
Podemos y Ciudadanos erosionan el bipartidismo

Podemos y Ciudadanos erosionan el bipartidismo

El desplome de PP y PSOE, parejo al fulgurante ascenso de las formaciones de Iglesias y Rivera, deja un escenario inédito, con cuatro partidos con opciones de victoria en las próximas elecciones

María Eugenia Alonso

Domingo, 17 de mayo 2015, 07:10

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La tarta electoral que en las últimas tres décadas se han repartido Partido Popular y PSOE se ha partido en cuatro. El desplome de los partidos que hasta ahora han gobernado España, parejo al fulgurante ascenso de Podemos y Ciudadanos, deja un escenario inédito, con cuatro partidos con opciones de victoria en las próximas elecciones, y ninguno con opción de obtener mayoría absoluta.

Las dificultades y falta de ideas eficaces para salir de la crisis económica, unida a los escándalos de corrupción que han azotado al PP y al PSOE en los últimos años, han animado a parte de los votantes a decantarse por esas otras formaciones de nuevo cuño, con caras jóvenes y aires de renovación política. Hasta ahora, su opción de voto más probable era la abstención.

Los grandes partidos miran con preocupación el vigor que las encuestas atribuyen a estas formaciones, y que coincide con un significativo deterioro de sus expectativas de voto. "La era de la revolución tecnológica ha hecho que los partidos tradicionales hayan perdido capacidad para conectar con los jóvenes", asegura Belén Barreiro, directora del Laboratorio Fundación Alternativas y fundadora de MyWord. "El PP y el PSOE son dos partidos políticos, pero Podemos y Ciudadanos son el reflejo de un estado de ánimo y eso es más volátil", explica el excoordinador del seminario de análisis político de Metroscopia, Ignacio Urquizu, para quien estos sondeos reflejan la pérdida de referencias políticas de los electores.

Políticos para una nueva generación

Según las últimas encuestas, Podemos habría tocado techo. El CIS de abril otorga un 16,5% de las papeletas al partido de Iglesias. Urquizu atribuye a un cúmulo de circunstancias y no a un único factor esta caída. Algunos de los defectos que se han señalado como propios de los partidos tradicionales han hecho su aparición en la formación de Iglesias. Episodios como el caso Monedero o las luchas internas por el control de la organización "ya no les presenta de forma tan pulcra ni tan ejemplar como sostenía su discurso", asegura el sociólogo.

Aunque Podemos está desinflándose parece que el ajuste no lo va a mover de las primeras posiciones. Sigue siendo la fuerza que suscita mayor intención de voto. "Es probable que Podemos siga descendiendo aunque tiene un techo electoral de cierto volumen que son los afectados por la crisis", reconoce Barreiro. Para la exdirectora del CIS, Belén Barreiro, "Ciudadanos una vez que pase este momento luna de miel puede que encuentre su techo o puede que no, depende de cómo lo haga".

Al igual que Podemos, el partido que lidera Albert Rivera ha tratado de mostrarse en público a su electorado como un partido conducido por una nueva generación de españoles. Trata de explotar su nula conexión hasta el momento con casos de corrupción, además de asumir que no tiene responsabilidades en la crisis al no haber tenido cuotas de poder relevante hasta ahora. Son dos de los factores prioritarios que le fortalecen.

Frente al líder de Podemos, Pablo Iglesias y su círculo de profesores de izquierdas, Rivera es un joven con aspecto de galán y representa un cambio más tranquilo. Su programa económico, elaborado por un profesor de la London School of Economics, Luis Garicano, tranquiliza a las empresas por su espíritu liberal. Para Urquizu su éxito se debe a que el PP ha perdido más votos de los que reconoce y "Ciudadanos ha llenado ese gran hueco que ha dejado en el centro-derecha". "Un elemento de demanda claro, de un electorado muy descontento en el centro, centro-derecha que no ve que haya un actor capaz de capitalizar ese descontento", dice Pablo Simón, unido a "la oferta política".

Hacia la cultura del consenso

Después de Andalucía, que supuso el primer paso hacia el cambio del 'tablero político', las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo "permitirán calibrar el apoyo real a los partidos, y los pactos postelectorales van a marcar las estrategias para las siguientes elecciones", añade Ignacio Urquizu. Casi en ningún sitio va a ser sostenible el escenario de mayoría absoluta. "Vamos a tener que movernos en escenarios de pactos y aquí va a ser fundamental cuál sea el juego de alianzas que hagan los partidos políticos", reconoce Pablo Simón, miembro de Politikon.

La política de pactos tras las autonómicas marcará el transcurso de la campaña de las elecciones generales y, por ende, la apertura de grandes reformas estructurales y hasta constitucionales. Según los expertos, estas elecciones de 2015 pueden confirmar el fin del bipartidismo en España. Tanto Podemos como Ciudadanos pueden ser la llave para gobernar por el número de votos y escaños que consignan que serán de ciudadanos desilusionados con el PSOE y PP. "Van a ser fundamentales a la hora de configurar gobiernos y lo que creo que importa más a los ciudadanos: políticas, que al final de lo que se trata es de hacer políticas nuevas o diferentes", asegura el politólogo.

No se sabe si a corto o a largo plazo, pero lo cierto es que ahora serán cuatro para repartirse el pastel. Ustedes siéntanse en la mesa. Preparen plato y cubierto para un nuevo escenario político.

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