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Sábado, 18 de abril 2015, 01:42
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La Guardia Civil está analizando los restos orgánicos hallados en una trituradora casera de carne en la vivienda donde residía la mujer desaparecida a principios de este mes en la localidad madrileña de Majadahonda, para determinar si son humanos o no y, de serlo, si se corresponden con esta persona.
Por el momento no hay constancia de que en las paredes hubiera manchas de sangre, aunque se han tomado muestras de todo lo que pueda contribuir en la investigación y serán los análisis los que lo determinen.
Mientras tanto, un equipo desplegado en la zona busca a la mujer en los vertederos de Majadahonda y de Pinto -donde son llevados los desechos de la zona-, ante la posibilidad de que haya sido descuartizada, aunque no se descarta ninguna otra hipótesis.
La principal línea de investigación es que la mujer pudo ser asesinada en el domicilio en el que vivía de alquiler, descuartizada y sus restos trasladados a algún vertedero. La hipótesis deriva del testimonio de un vecino, que relató que había visto al casero de la mujer saliendo de la vivienda con varias bolsas de basura, pocos días antes de que la familia denunciara su desaparición.
La familia de la mujer, de 55 años y origen argentino, denunció su desaparición el pasado día 6 y, tras recabar varios testimonios, la Guardia Civil detuvo a su casero, un español de 30 años. Este hombre, que incurrió en numerosas contradicciones al ser interrogado por los agentes, fue enviado a prisión tras ser puesto a disposición judicial.
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