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El sillón de Ana Mato, vacante desde ayer.
El presidente defiende la inocencia de Mato tras forzar su salida

El presidente defiende la inocencia de Mato tras forzar su salida

El jefe del Ejecutivo soporta un agrio debate marcado por la dimisión de la exministra y su ausencia en el banco azul

NURIA VEGA

Viernes, 28 de noviembre 2014, 01:07

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En el hemiciclo, sobre la mesa donde antes colocaba sus papeles Ana Mato, ayer sólo quedaba la gabardina del titular de Economía. La Cámara baja decidió retirar el sillón azul de la exministra y Luis de Guindos pasó a cerrar el semicírculo que forma el Gobierno en el Congreso de los Diputados. La Moncloa evitó así la foto de Rajoy ordenando sus papeles con las medidas anticorrupción en la misma bancada que quien, según el juez, pudo beneficiarse del dinero de la trama 'Gürtel'. Mato fue la ausente presente. Su sombra planeó sobre el debate como un fantasma que sólo la oposición nombraba hasta que bien entrado el debate se coló en los discursos del PP y del jefe del Gobierno.

Mariano Rajoy, en su réplica a los grupos parlamentarios, decidió recoger el órdago del juez de la Audiencia Nacional y utilizó el auto que ha herido al Ejecutivo para tejer una defensa escueta, pero contundente, de la que ha sido su titular de Sanidad y uno de sus respaldos fundamentales en el partido. Páginas 201, 202, 203. El presidente enumeró los apartados en los que se pone de manifiesto que Ana Mato ni figura entre los imputados ni participó ni tuvo conocimiento de la comisión de delitos por parte de su expareja. De lo contrario, insistió, estaríamos ante un caso de complicidad o encubrimiento. «Si quiero ser justo tengo la obligación de citar a quien acabo de citar aquí, en esta Cámara, al juez Ruz», espetó Rajoy.

El panegírico a la exministra terminó de redactarlo el PP. En una «brillante» intervención, según el jefe del Ejecutivo, el portavoz de los populares, Alfonso Alonso, se lanzó al ataque, al cuerpo a cuerpo con el principal partido de la oposición. Calificó de «ruindad» la actitud del PSOE y censuró que no haya sabido reconocer «la dignidad de quien, siendo inocente, sin culpa» renunció a su cargo para no perjudicar «al Gobierno y a la nación».

Tantas alabanzas esbozó que, en nombre de los socialistas, Pedro Sánchez llegó a ironizar sobre si Mato abandonaba su puesto por «razones de salud». En cualquier caso, ningún argumento sirvió a la oposición y diferentes fuerzas políticas solicitaron que la hasta ahora ministra deje también el escaño que mantiene en el grupo popular. Fuentes de su entorno, descartan que esto vaya a ocurrir cuando no pesa sobre ella ninguna imputación. Tampoco abandonará su asiento en el comité ejecutivo nacional del PP.

El jamón de 'Gürtel'

La ausencia de imputación es a lo que se aferran los populares. El diputado Vicente Martínez Pujalte se refirió a los viajes y fiestas que supuestamente financió la red corrupta a la familia de su compañera y sostuvo con firmeza que, como mucho, lo único que hizo Mato fue comerse «el jamón que probablemente le regaló el señor de 'Gürtel' a su marido». Y Andrea Fabra, la hija del expresidente de la Diputación de Castellón condenado por cuatro delitos fiscales y a punto de entrar en prisión, simplemente valoró que «se ha puesto el listón muy alto».

Fuentes del PP admiten, sin embargo, el daño causado por este último golpe. El partido ha entrado casi en un estado de resignación. El desgaste sufrido y sostenido en el tiempo ha terminado por destrozar su moral. Durante dos décadas, el PP ha exhibido como uno de sus pilares la gestión limpia frente a los casos de corrupción que acabaron con los gobiernos socialistas de Felipe González. Ahora, los populares tratan de asimilar el elevado coste electoral que tendrán que asumir en 2015.

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