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El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, comparece, ayer, tras la reunión de la ejecutiva del PSOE.
El PSOE rechaza el ultimátum de Rajoy para negociar la elección directa de alcaldes

El PSOE rechaza el ultimátum de Rajoy para negociar la elección directa de alcaldes

Pedro Sánchez avisa al PP de que sentará «un peligroso precedente» si se empeña en cambiar la ley electoral sin consenso

RAMÓN GORRIARÁN

Martes, 2 de septiembre 2014, 00:20

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El PSOE rechazó la propuesta de Mariano Rajoy para negociar en dos meses una reforma de la ley electoral para que los alcaldes sean los candidatos de la lista más votada. Pedro Sánchez advirtió al presidente del Gobierno y al PP de que si se empeñan en sacar adelante esa propuesta sin el acuerdo de la oposición sentarán «un peligroso precedente» porque habrán abierto la puerta a que las reglas del juego electoral queden al socaire de las mayorías absolutas.

Ni dos meses ni tres ni nada. El líder socialista descartó de plano sentarse a negociar con el PP un cambio en la ley electoral a ocho meses de los comicios municipales para que los alcaldes sean los cabezas de las candidaturas más votadas. Una propuesta que, de acuerdo a los resultados de los últimos comicios locales, beneficia sin lugar a dudas al PP, el partido más votado en 42 de las 52 provincias. El previsible retroceso que sufrirán los populares en las municipales de mayo próximo no va a impedir que se mantengan como la fuerza más votada en las principales ciudades aunque perderán muchas de las mayorías absolutas que lograron en el 2011.

Sánchez recordó que todos los cambios que se han introducido en la ley electoral desde la restauración de la democracia han contado con un amplio consenso, y siempre al menos con el acuerdo entre el partido gobernante y la principal fuerza de la oposición. Una práctica que el PSOE teme que se rompa ahora con la elección de los alcaldes. «Rajoy -apuntó el líder socialista- no va a gobernar eternamente y si abre esa puerta los que gobiernen en el futuro se verán legitimados para cambiar unilateralmente la reglas del juego de la ley electoral cuando el PP esté en la oposición».

El secretario general del PSOE consideró un sarcasmo que Rajoy incluya en su paquete de regeneración democrática el cambio en la elección de los regidores municipales porque es una medida que van en sentido contrario de la profundización de la democracia. Los socialistas, al igual que otras fuerzas políticas, considera que el PP lo que busca es «un pucherazo» en las elecciones municipales de mayo próximo para retener el gobierno de ciudades en los que su mayoría absoluta tiene serios riesgos de desaparecer. Son los casos, por ejemplo, de Madrid, Valencia, Sevilla o Málaga. El líder de Izquierda Unida, Cayo Lara, coincidió con esta reflexión y tachó de «cacicada» la reforma que propugna Rajoy.

Portazo

Los populares, sin embargo, no cejaron en el empeño. Dolores de Cospedal instó a los socialistas a no dar «un portazo» sin sentarse a dialogar y garantizó que el PP presentará en las próximas semanas una fórmula «lo más amplia posible» que evitará que alguien «pueda decir que no sin explicar por qué no». La número dos del partido gubernamental, no obstante, no entró en detalles de qué propuesta llevarán a una negociación para la que hasta ahora no tienen interlocutores, con la excepción de CiU, que se ha mostrado dispuesta a conversar pese al riesgo de ser barrida en muchos municipios de Cataluña por Esquerra.

Aunque no dio precisiones, Cospedal dijo que se «puede hablar de segundas elecciones» o segunda vuelta entre los candidatos con más apoyos si ninguno obtiene la mayoría absoluta en la primera votación. Una idea que el PSOE incluyó en su programa electoral de 2004 y 2008, pero que cayó en el olvido. Los socialistas no han aclarado si aceptarían ese sistema para el futuro, pero en todo caso descartan que se aplique ya en mayo. Hasta Sánchez se había mostrado abierto en julio pasado, cuando optaba al liderazgo del PSOE, a la fórmula de la doble vuelta, pero ahora ni la menciona.

Mientas la secretaria general del PP tendía las redes hacia el PSOE, la vicepresidenta del Gobierno dejó en las brumas del misterio la posibilidad de que los populares hagan valer su mayoría para sacar adelante en solitario la reforma. Soraya Sáenz de Santamaría abogó por dialogar con la oposición, pero si esa negociación es imposible el Gobierno será coherente con sus ideas.

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