Detenido un militar por el robo de diez pistolas de la base naval de Las Palmas

Uno de los detenidos es un soldado que estaba de servicio en la base la noche del robo y del que la policía sospechó desde el primer momento. A él y a su entorno se dirigieron las primeras investigaciones. El otro arrestado, que tenía antecedentes por tráfico de drogas, es un conocido del militar que iba a ser el encargado de dar salida a las armas, que pueden alcanzar un precio de entre 500 y 1.000 euros cada una en el mercado negro. Las pesquisas de la Guardia Civil confirmaron que estos dos individuos eran los autores del robo, pero aún quedaba por esclarecer la ubicación de las pistolas.

La información que fue recopilando la benemérita apuntaba a que las armas podían estar enterradas en una finca propiedad de la familia de uno de los sospechosos. De esta forma se procedió al registro del terreno, para lo que se desplegó un amplio dispositivo que contó con la colaboración de miembros del Batallón de Zapadores del Ejército de Tierra y de efectivos del Cuerpo de Infantería de Marina de la Armada, pero la búsqueda no dio resultado.

Nuevas investigaciones permitieron establecer que los arrestados habían trasladado las pistolas antes de que se produjeran los registros. Habían sido enterradas en un solar del barrio del Salto del Negro, en el término municipal de Las Palmas, donde la Guardia Civil las halló finalmente el pasado día 30 de julio. Las armas pertenecen a un cuerpo de élite de la Armada, la Unidad de Seguridad de Canarias.