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Artur Mas y Mariano Rajoy, en la reunión en Moncloa que mantuvieron en septiembre del 2012.
Rajoy busca el apoyo de Pedro Sánchez frente al reto soberanista

Rajoy busca el apoyo de Pedro Sánchez frente al reto soberanista

El presidente del Gobierno cita al nuevo líder del PSOE en la Moncloa el lunes, dos días antes de su reunión con Artur Mas

P. DE LAS HERAS

Miércoles, 23 de julio 2014, 00:18

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Mariano Rajoy recibirá a Pedro Sánchez en la Moncloa el próximo lunes, apenas 48 horas después de su designación oficial como nuevo secretario general del PSOE. La urgencia no es casual. El jefe del Ejecutivo quiere certificar personalmente que el flamante líder de la oposición mantiene el mismo rechazo que Alfredo Pérez Rubalcaba a la celebración de una consulta sobre la independencia de Cataluña. Y quiere hacerlo antes de reunirse con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, al que finalmente ha convocado para el miércoles 30, una vez reafirmada su posición. «Hablaremos -reiteró hace unos días en referencia a Mas- pero no voy a hacer aquello que ni puedo ni debo hacer».

Rajoy considera fundamental que los dos grandes partidos mayoritarios mantengan cierta sintonía frente al envite soberanista. Lo ha dicho en varias ocasiones desde que Rubalcaba anunció su marcha. Y, en principio, Sánchez no tiene intención alguna de separarse de la senda marcada por su antecesor. De manera explícita defendió durante su campaña a la secretaría general la unidad de España, aunque se mostrara abierto al reconocimiento de Cataluña como nación y la negociación de un sistema de financiación que atendiera a sus «especificidades».

Los socialistas, en todo caso, siempre han defendido que su visión tiene poco que ver con la del jefe del Ejecutivo, al que reprochan una postura inmovilista. Y, según explican en el entorno de Sánchez, la intención del nuevo líder del partido es trasladar a Rajoy, como hizo con insistencia el secretario general en funciones, que es necesario poner en marcha una reforma constitucional que permita rebajar tensiones. Su apuesta (en realidad no demasiado definida) pasa por perfeccionar los aspectos federales del modelo autonómico y reconocer las singularidades de Cataluña.

Antes de que los resultados de las elecciones europeas del 25 de mayo lo empujaran a tirar la toalla, Rubalcaba tenía intención de relanzar en el Parlamento su propuesta -desestimada inicialmente por el Gobierno y por el PP, pero bien vista en cambio por el presidente de la Cámara baja, Jesús Posada- de crear una comisión que explore las posibilidades de una puesta a punto de la Carta Magna, tanto con el conjunto de fuerzas políticas del arco parlamentario como con las comunidades autónomas y agentes sociales y económicos. Ahora le toca a su sucesor intentarlo.

Bajas expectativas

En algunos círculos políticos se asegura que la posición del Ejecutivo a una modificación acotada de la Constitución es menos cerrada ahora, cuando apenas quedan tres meses y medio para el 9 de noviembre -la fecha pactada por Mas con ERC, ICV para la consulta- y ni siquiera dos para la celebración de la Diada de Cataluña que, este año, promete superar las cotas de euforia independentista. Sin embargo, en Ferraz muestran serias dudas de que Rajoy vaya a mover ficha.

El presidente del Gobierno siempre ha vinculado el auge del independentismo catalán con la crisis económica y ha insistido de manera reiterada en que no dejará caer a esta comunidad autónoma. Ninguna de sus palabras ha tenido el más mínimo impacto en el ánimo de las fuerzas soberanistas catalanas, al contrario, pero de momento no parece que el jefe del Ejecutivo planee un cambio de estrategia. En realidad, la cita con el presidente de la Generalitat responde más a un intento de acabar con el cruce de acusaciones de intransigencia que con un plan concreto.

Rajoy y Mas no se reúnen desde el 29 de agosto del año pasado. Y a lo largo de los últimos meses se han culpado mutuamente de la falta de diálogo. El 11 de julio, tras recibir una petición por escrito del gobernante catalán, Rajoy lo llamó por teléfono y quedaron en verse. Pero no se han querido generar grandes expectativas. En este tiempo, el mayor gesto de Mas ha sido ofrecer un cambio en la fecha y la pregunta de la consulta si el jefe del Ejecutivo se aviene a negociar. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, asegura que Rajoy mantiene un «espíritu constructivo». Pero también advierte: «El presidente Mas sabe de nuestra posición sobre el asunto del referéndum; ésa -dijo desde Chile- es muy clara».

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