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Los títulos de la familia Franco no violan la Memoria Histórica

El Gobierno afirma que la ley no es «incompatible» con esos honores nobiliarios de los allegados del dictador

MELCHOR SÁIZ-PARDO

Lunes, 5 de mayo 2014, 00:14

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El Gobierno no se plantea retirar los títulos nobiliarios que el Rey otorgó a la familia de Francisco Franco el 26 de noviembre de 1975, cinco días después de la muerte del dictador. El Ejecutivo, en respuesta a una pregunta de Amaiur, argumenta que los títulos de Señorío de Meirás y el Ducado de Franco que don Juan Carlos dio a la viuda y a la hija del anterior jefe del Estado no son «incompatibles» con la ley de Memoria Histórica.

Según la interpretación del Gobierno, esa ley, aprobada en el 2007, se limita a «reconocer, ampliar derechos y establecer medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura». En ningún caso, explica, esa ley «alude a la no validez de estos títulos nobiliarios (los de la familia Franco)». El Gobierno, por tanto, entiende que los descendientes del dictador tienen derecho a «ejercer y hacer efectivos» sus títulos con normalidad.

El mismo criterio, entiende el Ejecutivo, se aplica a los descendientes de los honores y condecoraciones que fueron otorgados por el propio Franco a personas vinculadas al golpe de Estado de julio de 1936 y a la propia dictadura, por los que también había preguntado el diputado de Amaiur Jon Iñarritu.

El parlamentario, en su escrito, había recriminado al Gobierno que siguiera «reconociendo condecoraciones y honores al dictador, a su familia y a destacados falangistas y militares golpistas» como Emilio Mola, José Moscardó, Gonzalo Queipo de Llano, Juan Yagüe o José Antonio Primo de Rivera. Y todo ello obviando que la ley de Memoria Histórica «contempla la retirada de símbolos o menciones de exaltación personal o colectiva de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura».

Además, según Iñarritu, sería «impensable» que cualquier país europeo mantuviera títulos nobiliarios como los de la familia Franco. Tan «impensable como la existencia de un Ducado de Mussolini, un Señorío de Hitler o una Baronía de Petain». La postura del Gobierno dirigida a Amaiur va en consonancia con otra respuesta a una pregunta del diputado de IU Gaspar Llamazares, que se interesó por la renovación de los títulos nobiliarios a descendientes de militares implicados en el golpe de 1936 como Queipo de Llano, José Enrique Varela o Fidel Dávila. En ese caso, el Ejecutivo también arguyó que nada contradecía la normativa sobre Memoria Histórica. «El Gobierno se ha limitado a aplicar las vigentes normas para la transmisión de dignidades nobiliarias», explicó.

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