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PABLO GARCÍA MANCHA
Lunes, 18 de septiembre 2017, 10:25
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Pablo Martín, de la Pedraja del Portillo, fue el vencedor de la Semifinal del Concurso de Recortadores que se celebró ayer en La Ribera como prólogo a la feria taurina de San Mateo. Según datos de Toropasión, el concurso de ayer fue el que más público congregó en la plaza de toros de Logroño desde que comenzó a celebrarse esta especialidad en la capital de La Rioja. El coso registró una afluencia de unos 3.500 espectadores que pudieron disfrutar de recortes, quiebros y saltos de veinte especialistas llegados de todos los rincones de España. Se jugaron cinco toros, cuatro de la ganadería de Los Recitales, y uno, corrido en cuarto turno, del hiero francés de Los Galos, propiedad en su día de la rejoneadora de Nimes Marie Sara. La corrida estuvo muy bien presentada, y destacaron especialmente las hechuras del segundo astado, 'Ventero', abierto de cara, pero bajito, con un precioso morrillo y siempre con la cara descolgada para embestir.
Pablo Martín se ganó el pase a la ronda final con un gran recorte en el que los pitones del animal le rozaron la corva en el trance. A la corrida, noble y con mucho compás, le faltó un punto de chispa para que el público terminara de meterse cien por cien en el festejo. Pero los jóvenes toreros a cuerpo limpio dieron un paso más allá para poner ellos la sal de la emoción en el guiso.
El toro de Los Galos fue el más deslucido, y más que por su exigencia, por su falta de ritmo. Un toro que hizo bueno su comportamiento reservón y al que había que llegarle casi hasta los belfos para provocar su arrancada.
En segundo lugar del campeonato quedó Eusebio Sacristán 'Use', también vallisoletano, en este caso de La Seca, y de la misma forma que el ganador, se clasificó con el gran toro corrido en segundo lugar. La medalla de bronce del festejo fue a parar a Mejorada del Campo (Madrid), de donde es el valiente Javier Pradanas, que demostró una técnica y un valor impecable.
Los aficionados pudieron disfrutar de cinco toros de un trapío irreprochable y se constató que en Logroño se ha incrementado notablemente la afición a este tipo de festejos, donde los toreros a cuerpo limpio son capaces de quebrar y burlar a los astados con un valor increíble y con una preparación técnica asombrosa. Además, la organización por parte de Toropasión fue perfecta y apenas hubo momentos vacíos entre un toro y otro.
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