Borrar
Robe Iniesta (Extremoduro), actúa hoy en Logroño, en el Palacio de los Deportes. :: L.R.
«Si no tengo una buena letra, no tengo canción»

«Si no tengo una buena letra, no tengo canción»

Robe Iniesta | Músico ·

El líder de Extremoduro actúa hoy en Logroño presentando 'Destrozares', segundo disco en solitario

Diego Marín A.

Logroño

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Jueves, 21 de septiembre 2017, 01:29

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Dan las 18.00 horas en punto y suena el teléfono. Es Robe Iniesta, fundador, cantante y alma de Extremoduro quien llama para conceder la entrevista concertada por su agencia (El Dromedario) desde un número oculto. A sus 55 años, este viejo rockero se muestra calmado, sabio y satisfecho del que es su segundo disco en solitario: 'Destrozares, canciones para el final de los tiempos' (2016), un experimento musical al estilo de 'Pedrá' (1995) que presenta hoy en el Palacio de los Deportes de La Rioja, en Logroño, a partir de las 21.30 horas (27,95 euros). Una hora antes actúa como telonero el grupo riojano Vuelo 505.

-¿En qué lugar ha quedado Extremoduro? ¿Abandono o paréntesis?

-Es un paréntesis. Ahora Iñaki está haciendo su gira con Inconscientes, junto a Jon Calvo, y cuando acabe, y yo acabe también, nos juntaremos y veremos qué hacemos. No me planteo nada, sólo disfrutar esto al máximo porque es una aventura nueva, como en su día 'Pedrá'.

«La poesía está un poco perdida, cuesta trabajo atenderla. Vivimos en unos tiempos rápidos»

«El otro día tocamos en Mérida y no vi ni una sola luz de móvil. Fue muy bonito y me encantó»

-Siempre se ha ligado estrechamente a Extremoduro con usted. ¿Qué diferencia hay, por tanto?

-La mayor diferencia con lo que estoy haciendo ahora es que los instrumentos son distintos: hay violín, acordeón, saxo, clarinete... Los arreglos también son diferentes. Las canciones, quizá, también sean algo diferentes, más suaves, aunque tienen intensidad con otros matices.

-Citaba a 'Pedrá', disco al que se asemeja mucho 'Destrozares'. ¿Lo considera una continuación?

-Aquello lo hicimos entre gente de varios grupos, aunque saliera con el nombre de Extremoduro por 'exigencias del guión'... Sí era muy parecido: querer sorprenderse a uno mismo para, después, poder sorprender a los demás. Queríamos hacer algo distinto, algo que la gente no esperase. Aunque en Extremoduro siempre he compuesto muy libre, tienes en cuenta que hay gente esperando algo y no sé hasta qué punto eso puede cambiar tu forma de hacer. Pero cuando haces algo nuevo ya adviertes que hay que venir con las orejas abiertas y sin esperar nada porque no es Extremoduro.

-Conforme avanza su trayectoria musical parece que las melodías ganan protagonismo a las letras...

-Las letras siguen siendo importantes, lo que pasa es que cada vez intentas hacer mejor música, con más matices...

-Pero sí introduce muchas más partes instrumentales...

-El convencionalismo de hacer canciones con un estribillo, estrofas, punteo... no lo veo muy claro desde hace mucho tiempo. Cuando te permites hacer canciones sin ceñirte a los 3 minutos puedes hacer cosas más largas, más bonitas, con más puntos... Es otra manera de ver la música, no para consumir rápido, las canciones largas te llevan a sitios, dan ambiente.. y eso ayuda a que sientas más cosas. Pero las letras siguen siendo lo más importante para mí. Si no tengo una buena letra, no tengo canción, aunque tenga melodías que me gusten.

-Pero ahora, en sus letras, usted dice más con menos palabras, ya no es un crudo como antes.

-Vas aprendiendo a decir cosas... En mí, lo que manda es la intuición. Y cuando se trata todo de sentimientos, realmente no sé si se aprende, pero en base a prueba-error, a algún lugar tienes que ir llegando.

-En la época de su disco 'Agíla' fue bien considerado, a pesar de sus mensajes críticos, por incluir en sus letras versos de Machado, Miguel Hernández, Neruda... Consiguió acercar a muchos jóvenes a la poesía. ¿Era su intención?

-No lo hice con intención de nada, simplemente porque pensaba que esos trocitos ayudaban a entender mejor lo que yo quería decir. Era lo mismo que yo quería decir y como no era capaz de decirlo mejor, pues lo incluía. Si eso ha influido en los chavales, me parece muy bien. La poesía está un poco perdida, cuesta trabajo atenderla. Vivimos en unos tiempos rápidos, nos acostumbramos a ver y oír las cosas en vídeo y la poesía necesita su tiempo, no la puedes leer rápido. Es otra cosa, como la pintura, artes que se han quedado un poco atrás por el tiempo.

-¿Tiene idea de musicar algún otro poema próximamente?

-Ahora no estoy haciendo nada, aunque tengo por ahí cositas. Siempre cae alguna cosa porque vas leyendo y te quedas con frases que te inspiran. Tampoco lo busco.

-Para acabar, tres cuestiones que evidencian que Robe Iniesta es un artista, cuando menos, diferente. La primera: prohíbe los teléfonos móviles en sus conciertos, incluso ha parado actuaciones porque le estaban grabando. ¿Por qué?

-Tengo mis más y mis menos. El otro día tocamos en el Teatro Romano de Mérida y no vi ni una sola luz de móvil. Fue muy bonito y me encantó. En la anterior gira tocábamos una canción que no estaba editada y no nos apetecía que la gente la grabara y colgara para que se oyera mal. Hay que respetar al artista, además del rollo de molestar a los demás. No comprendo lo de los móviles en alto.

-Segunda: rechazó una subvención para un concierto en su ciudad natal, Plasencia. ¿Por qué?

-No estoy en contra de las subvenciones, aunque no vivo de ellas, pero son necesarias en muchos sitios. Está bien que los Ayuntamientos ayuden, pero cuando un concierto puede ser viable, no hace falta.

-Y por último, quizá lo más insólito: ha pedido disculpas por una tilde de más en una canción. ¿Por qué?

-Sí. Y cambiamos algunas fundas de los discos. Duelen los ojos cuando corriges mucho y al final, se escapa. Imagina lo que opinó el de la imprenta...

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios