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ESTÍBALIZ ESPINOSA
Lunes, 11 de junio 2018, 00:14
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logroño. Junto a una de las puertas de la antigua muralla de la ciudad, la del Revellín, recordaba ayer la alcaldesa Cuca Gamarra que nos encontramos precisamente a las puertas de celebrar quinientos años de aquella épica victoria de la ciudad frente a las ansias conquistadoras de las tropas francesas. Quinientos años de una hazaña con la que Logroño, dijo, «reafirmó sus señas de identidad y fundamentó su idea y su sentimiento de pertenencia al nuevo proyecto que se gestaba en España».
Dentro de tres años se cumplirán cinco siglos de aquel acontecimiento y la alcaldesa no quiere dejar pasar la ocasión de celebrarlo, y a lo grande. Y de ahí el anuncio que hizo ayer durante la Evocación Histórica de la Ciudad: «'Logroño 2021, Nuestro Quinto Centenario' será el escenario perfecto para revivir y resaltar todo aquello que nos une, y por lo que os convoco a trabajar juntos en los próximos tres años. Queremos que este acontecimiento, declarado de Interés Público por el Gobierno de España, llegue a todos los lugares de España y de Europa».
También subrayó cualidades forjadas por aquellos logroñeses de 1521 y que aun hoy mantienen los del siglo XIX, como «el profundo sentimiento de identidad y pertenencia a una nación» o «el espíritu íntegro de unidad».
La palabras de la alcaldesa llegaban tras una vistosa ofrenda floral a San Bernabé, pero algo deslucidas por la lluvia que había asomado tímidamente durante las danzas tradicionales y arreció durante su discurso de Evocación. Para entonces, muchos de los presentes se encontraban en franca retirada y San Bernabé, desde el interior de su urna de metacrilato, era testigo del húmedo fin de fiesta.
Todo había ido bien hasta entonces. La pareja de Vendimiadores y los 32 niños de San Bernabé habían abierto la ofrenda floral, en la que desfilaron grupos de danzas, peñistas, miembros de las casas regionales y asociaciones diversas, de entidades deportivas y taurinas, instituciones, cofradías... Todos honraron y engalanaron al patrón con sus ramos, centros y cestas de flores.
Entre los participantes más aplaudidos, los miembros de Protección Civil de Logroño, que celebran su 25 aniversario, y los Voluntarios de Logroño. En cuanto a los arreglos florales, el más singular fue, sin duda, el de la Asociación de Belenistas, un medallón con un nacimiento dibujado con flores. Las gerberas, margaritas, calas, hortensias y claveles se impusieron en la ofrenda, donde es prioritario coordinar los colores de las flores con los de los respectivos escudos y banderas de sus portadores.
Muchos niños y también bebés formaron parte de la comitiva y, como cada año en vísperas del día del patrón, las coreografías corrieron a cargo el Grupo de Danzas de Logroño, Contradanza y Aires de La Rioja; el acompañamiento, de los Gaiteros de Albelda, y la Agrupación Musical de Logroño entonó el himno de la Cofradía de San Bernabé.
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