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Viernes, 29 de diciembre 2017, 23:30
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Se han cumplido cuarenta y dos años de la inauguración del 'pub' Robinson (hoy restaurante japonés Miyako), un establecimiento que fue pionero en una época en la que empezaban a aparecer en el sector inspirados en el mundo londinense. El establecimiento al que nos referimos fue un proyecto inicial de Joaquín Herrero y de Julio Revuelta, un constructor de obras padre del que fue alcalde de nuestra ciudad que, entre otros, hizo el gran edificio de Las Palmeras en Gonzalo de Berceo. La inauguración del Robinson, con el 'Campuzo', un imponente portero que había sido boxeador, portando acordonado uniforme, causó un gran impacto y el local constituyó el punto de encuentro del 'todo Logroño', lo mismo a la hora del café vespertino que a la de tomar un par de copas tras la puesta del sol, a pesar de que para llegar a él había que cruzar la todavía incipiente Gran Vía, sin asfaltar, por lo que cruzarla era un tormento y se alcanzaba el lujoso establecimiento con los zapatos impresentables. En los primeros años contaba con una sugestiva zona interior con pista para mover el esqueleto.
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