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Panorámica de la ciudad de Logroño vista desde el sur.
Logroño, un plan que no llega

Logroño, un plan que no llega

El Ayuntamiento retoma la actualización del PGM iniciada en el 2006 y paralizada en el 2009

Javier Campos

Lunes, 13 de febrero 2017, 20:56

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Cuatro legislaturas, otras tantas corporaciones, tres alcaldes, otros tantos concejales de Urbanismo, una revisión licitada, adjudicada, ejecutada en parte y... más de 10 años después, Logroño sigue sin actualizar su Plan General de Ordenación Urbana, cuya última adaptación data de 1998. Un PGM que, según coinciden los distintos agentes implicados, se antoja agotado y que, iniciada su revisión en el 2006 -en la cual se trabajó hasta el 2009-, se guardó en un cajón sin que nada más se supiese.

Ha sido en la presente legislatura, y después de la moción presentada por Ciudadanos solicitando su revisión «urgente» en enero del 2016, cuando el actual equipo de Gobierno daba a entender que se retomaría el proceso. «El compromiso es iniciar y avanzar los primeros trabajos en este primer semestre», fueron entonces las palabras del concejal delegado, Pedro Sáez Rojo.

Sin embargo, cumplido el plazo, no hay noticia alguna y desde arquitectos y urbanistas a constructores y promotores pasando por políticos -de la oposición- creen que ya va siendo hora de rendir cuentas pues no estiman menos de entre dos y tres años de tramitación. «Se está trabajando en ello», se limitan a decir un año después desde la Administración local. De hecho, Sáez Rojo prefiere no pronunciarse hasta que haya algo más concreto.

Quizás ahora se entienda que en junio del 2011, recién nombrado concejal de Desarrollo Urbano, el propio Rojo manifestase en su primera entrevista a Diario LA RIOJA que la aprobación del nuevo PGM merecía tomarse su tiempo. «Vamos a analizar bien la situación en la que está, a hablar con sus redactores y a analizarlo todo. Debemos tomarnos nuestro tiempo para estudiarlo y en base a nuestros planteamientos continuar con los trámites», decía entonces sin que nadie pudiese imaginar que ese tiempo serían cinco años.

Desde entonces las alusiones a la revisión del PGM han sido la excepción. «Cuando se comenzó la revisión en el 2007 se pensaba que su principal misión era la de organizar el crecimiento, pero con el estallido de la crisis y viendo que las previsiones no eran tales, se perdió el interés por aprobar el plan», sentencia Borja López, secretario de la recién retomada Agrupación de Arquitectos Urbanistas del COAR.

Los arquitectos y urbanistas entienden que períodos de crisis como el actual son toda una oportunidad... «Estos años, con menos presiones para dirigir el crecimiento urbano, hubiese sido un buen momento para repensar un plan pensando más en los ciudadanos que en puros y duros intereses económicos», insisten.

López considera urgente revisar el PGM desde una triple perspectiva: primero, por una razón puramente legal, pues hace 10 años que el PGM de Logroño tenía la obligación de adaptarse a la Ley de Ordenación del Territorio y Urbanismo de La Rioja (LOTUR) y ya ha expirado el plazo; segundo, y aunque no es necesario a día de hoy, el 'boom' inmobiliario desarrolló casi todo el suelo delimitado, así que el 'parón' actual hubiese sido bueno para planificar sin presiones de ningún tipo; y tercero, la tendencia actual es la de fijarse más en el centro y en los barrios consolidados mejorando y reequipando los barrios más antiguos y eso quedaría regulado y contemplado con un nuevo documento.

Domingo García Pozuelo, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja cuando el urbanismo y sus polémicas eran noticia día sí, día también, y quien participó activamente en aquellos debates mostrándose contrario al modelo de ladrillo que todo lo invadía y la especulación dominante, cree, de la misma manera, que ya toca. «Cuando se inician las revisiones en un momento de crecimiento desmesurado como el de aquel entonces existen más presiones e intereses creados y la Administración lo tiene mucho más difícil, pero qué duda cabe que el PGM es un instrumento fundamental para una ciudad», razona en el mismo sentido.

Miguel Ángel Garrido, presidente de la comisión de promoción de la Asociación de Empresarios de la Construcción, Promoción y Afines de La Rioja (CPAR), se suma a la necesidad de revisión de manera más vehemente. «Que Logroño siga sin revisar el PGM desde que Sanz como presidente y Revuelta como alcalde mantuvieran aquella polémica con Vallejo como consejera en medio es un absurdo total», sentencia. «Y cuando todo estaba aparentemente adelantado para salir a exposición pública en su fase de avance todo se para por avatares políticos, lo que no es de recibo», apostilla.

«Hemos perdido un tiempo precioso. Si de verdad creemos que el sector de la construcción y la promoción está despertando, y es real, debemos tener los papeles preparados», dice quien asegura haberle insistido una y otra vez al Ayuntamiento.

«No es que falte suelo, pero sí que en la mayoría de los sitios atractivos se ha agotado, y no queremos ni pensar que para salvar el soterramiento se van a estrangular el resto de sectores», avanza. Casos de paralización como Ramblasque -que aún contempla chalés-, a su juicio, no tienen sentido. «De la misma manera, hay que incidir en la rehabilitación y regeneración que hoy no se contempla».

La planificación -a juicio de la CPAR- debe evitar nuevas y ya conocidas tensiones en el precio del suelo que es el que finalmente repercute en el precio de la vivienda «y que sería volver a errores del pasado», concluye Garrido. «Hay que ponerse, pero ya».

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