Respeto a la ortografía

S i estás lellendo esto es que 'ola', como saludo, todavía se escribe con 'h'». No, no me he vuelto loca, este es un fragmento de una carta real, escrita hace pocos días por un alumno de 4º de ESO, con serios problemas ortográficos, el cual sueña con que las normas lingüísticas cambien y se simplifiquen hasta el punto de que la gramática desaparezca para así, argumenta él, no menospreciar el contenido. Podría seguir citando numerosos errores garrafales cometidos en este y en muchos otros trabajos entregados a lo largo del curso, pero mi cometido es justamente el contrario. Venimos observando que la ortografía se ha convertido en ese ser detestable contra el que luchan de manera ardua los alumnos y que en algunas ocasiones es el culpable de que los aprobados pasen a llamarse suspensos o los sobresalientes, notables. Sabemos que las normas ortográficas cambian periódicamente debido a que la RAE trata de adaptarse a los nuevos tiempos incluyendo aquellos extranjerismos producto de las nuevas tecnologías, pero es nuestra obligación esforzarnos por escribir bien. Diréis que antaño no, pero ahora las mayúsculas se acentúan, la tilde diacrítica está por algo y los signos de puntuación no deben colocarse a la ligera. Una coma bien puesta puede marcar el rumbo de una vida, ya que no significa lo mismo «No tenga piedad» que «No, tenga piedad».