Más que una estación para 40 autobuses

Diario LA RIOJA ha tenido acceso a parte del borrador y, de entrada, cabe decir que se trata de mucho más que una estación para 40 autobuses -27 dársenas y 13 de reserva, que serán utilizadas como cocheras-. La urbanización de la cubierta, es decir, la cúpula de unión con la nueva estación de trenes que dará como resultado la denominada 'intermodal' dará continuidad al parque del soterramiento ya existente, que se prolongará desde el entorno de Piqueras hasta la calle Belchite.

Parque en altura, cafetería-mirador coronando el mismo, lago artificial y anfiteatro serán algunos de los elementos que podrán verse en un futuro a la espera de la modificación del PERI que determine la ubicación exacta de los edificios -entre los que sobresalen un total de cinco torres (tres de Colón al Oeste y dos al Este)- previstos en el conjunto definitivo de una obra que transformará por completo la ciudad de Logroño.

Según precisó ayer el concejal de Desarrollo Urbano, Pedro Saéz Rojo, a este periódico, si bien la redacción del proyecto lleva la firma de los arquitectos Iñaki Ábalos y Renata Sentkiewicz, la dirección técnica de los trabajos ha correspondido a los técnicos del Ayuntamiento, es decir, funcionarios municipales, por lo que no sólo cuenta con su visto bueno, sino que además lo conocen al detalle para su tramitación.

Las previsiones que baraja el Consistorio capitalino son que para finales de año el mismo cuente con la aprobación de todos los socios de LIF 2002 -las tres administraciones implicadas-, para ya a principios del que viene convocar un consejo de administración de la sociedad Logroño Integración del Ferrocarril al ser la encargada de licitar la obra.

El proyecto, del que ya se había dado a conocer el básico con las líneas que recoge ahora el definitivo, contempla la estación propiamente dicha y la estructura portante o cúpula sobre la que se llevará a cabo la urbanización tal y como se muestra en la imagen anexa.

Una recreación en la que el parque en altura del soterramiento tendrá continuidad entre estaciones -prácticamente mellizas en su aspecto exterior- con un gran lucernario, al que se le ha estrechado el diámetro, y que dejará ver los dos carriles por sentido entre Colón y Gustavo Adolfo Bécquer y por donde se encontrará la entrada principal de viajeros. Los senderos que hay conducirán a una cafetería-mirador (terraza-bar, según otras denominaciones, amén de la cafetería para dar servicio a la terminal en sí) a la que se podrá acceder desde dentro del edificio y desde unas escaleras a mitad de colina desde la calle Miguel Delibes.

Al final, dos elementos como un lago artificial (lámina de agua en palabras del edil responsable) y un pequeño anfiteatro, similar al que ya existe en Joaquín Elizalde, y que se plantea como solución a los muros que aparecían ahí como parte de la sujeción de la estructura portante que cubre la estación. «Se aprovechará para hacer unas graditas», explica Sáez Rojo.

Con la entrada de autobuses prevista por Miguel Delibes y la salida por avenida de Colón, los planes, como ya se dijo, son de una inversión de alrededor de 16 millones de euros, frente a los 25 millones de los que se hablaba en el principio. A la entrada principal por la avenida de Colón, justo enfrente de la de trenes, se le añadirá una secundaria, también como la de ferrocarril, en la acristalada fachada Sur en la calle Miguel Delibes.

Viajeros:

Vestíbulo:

Cafetería:

Zona de espera climatizada para acceso a dársenas:

Otros espacios: