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María Hernández. :: F.D.
«La violencia doméstica es el primer motivo de ingreso de menores»

«La violencia doméstica es el primer motivo de ingreso de menores»

María Hernández Directora Centro Virgen de Valvanera ·

La responsable del centro de menores de Logroño sostiene que el número de internamientos se mantiene estable

L.J.R.

LOGROÑO.

Jueves, 15 de febrero 2018, 21:38

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El abanico de posibilidades que espera a un menor condenado es amplio. Como sucede en la vía penal en adultos, todo dependerá de la gravedad de los hechos. Y en los casos extremos (o en casos de reincidencia) el centro de menores Virgen de Valvanera es su destino. En la actualidad, explica su directora, María Hernández, «14 jóvenes están cumpliendo alguna medida de internamiento». Durante el año pasado pasaron por el centro un total de 40 menores. ¿Cada vez hay más adolescentes delincuentes? Hernández apunta que «no se ha percibido un aumento de delitos ni un aumento de ingresos» en un centro hasta el que únicamente llegan los casos más graves.

En lo que sí coincide con el Ministerio Fiscal es en el repunte de los casos de violencia doméstica, de hijos que acaban internados por agredir a sus progenitores. «Durante el año pasado fue el delito que provocó mayor número de ingresos. Es ligeramente superior a los casos de robo. En total fueron 13 los menores que estuvieron en el centro por este motivo», sostiene Hernández.

¿Existe un perfil del menor delincuente? Hernández cree que «no se puede identificar con un tipo de familia» o un colectivo concreto... pero que sí existen «características comunes» a prácticamente todos ellos. Y no son pocas: desarraigo familiar, absentismo escolar elevado, problemas con el consumo de tóxicos -especialmente de THC, alguno con graves problemas de adicción pese a su edad-, ausencia de límites, falta de respeto a la autoridad, oposición a las normas...

La estancia en el centro -que puede ser en régimen cerrado (residen y desarrollan allí todas sus actividades); semiabierto (viven en el centro, pero realizan fuera parte de las actividades); y abierto (viven allí pero llevan a cabo todas las actividades del proyecto en los servicios normalizados del entorno)- «va en función de la medida impuesta. Los delitos más graves pueden estar una media de 3 o 4 años en régimen cerrado y después tendrían una medida de libertad vigilada», explica Hernández, que explica que siempre hay un seguimiento posterior

Y dentro del centro, gestionado por la Fundación Diagrama, «se realiza un trabajo individualizado. Se establece un programa que aplica un equipo multidisciplinar con educadores, pedagogos, psicólogos, trabajadores sociales, médicos... para abordar el problema de manera global. También con las familias», completa. Funciona, asegura. «Los casos de reincidencia son mínimos».

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