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Veinte años en el origen para enriquecer el legado

Veinte años en el origen para enriquecer el legado

La Fundación San Millán cumple su vigésimo aniversario con un programa desbordante de actividades para reivindicar su condición de cuna del idioma

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Domingo, 22 de octubre 2017

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Es inquieta, protectora, investigadora, está íntimamente relacionada con la sociedad riojana, forma parte de nuestra historia, se abre paso con sus conocimientos en la vida de las nuevas generaciones y cumplirá veinte años en el 2018. Es la Fundación San Millán de la Cogolla, que vela por el cuidado de uno de nuestros bienes más preciados, la Lengua Castellana, así como por la continuidad del reconocimiento excepcional que recibieron los Monasterios de Suso y Yuso como Patrimonio de la Humanidad. En su recinto monástico se plasmaron las llamadas Glosas Emilianenses, unas notas para comprender la gramática y aclarar el significado de un texto en latín cuyo valor es único, que están «redactadas, de forma consciente, en el habla del pueblo, en romance, y pueden presumir de ser la primera página de la literatura española», apuntan desde la Fundación. No indican un momento ni el lugar exacto en que comienza a existir el castellano; sin embargo, San Millán se ha convertido en el símbolo del nacimiento de nuestra lengua.

La creación de la fundación, su constitución el 8 de octubre de 1998, responde a «una necesidad tras la Declaración como Patrimonio de la Humanidad, que había que conservar», explica Almudena Martínez, coordinadora de la Fundación. «Se concedió principalmente por dos cosas; porque los monasterios son un vestigio excepcional del monacato cristiano del siglo VI (los frailes siguen siendo los verdaderos custodiadores) y por los testimonios gráficos de la literatura española». «El Gobierno de La Rioja comprendió que era un trabajo que había que hacer y la Fundación se proponía mantener los valores del Plan Director de los Monasterios», concreta Martínez. «El éxito de la candidatura se basó en el apoyo de las instituciones y la Fundación se concibió para que conjugara lo público y lo privado, para que aunara las máximas entidades posibles y llevar al éxito el Plan Director», es decir, la recuperación, protección y cuidado de Suso y Yuso. No hubo quien dijera que no, siempre ha sido así y por eso damos las gracias», indica. «La propuesta a la Casa Real recibió el sí inmediato», recuerda.

«La Fundación se identifica con la sociedad riojana», señala. «La Fundación es la sociedad como la sociedad es la Fundación», afirma, ya que el patrimonio que protege (el medio natural, los monasterios y lo que contienen) «es de todos». «Es lo que conlleva que las actividades que se realizan «estén abiertas a todo el mundo», resalta.

Almudena Martínez Coordinadora «El reto es que San Millán siga siendo un centro de valor universal»

«La UNESCO insiste en la labor de la educación patrimonial», puntualiza, lo que se corresponde con iniciativas como los talleres para niños cuando visitan San Millán. «Ellos serán los hombres y mujeres del mañana, así que tenemos la obligación de conservarlo para legárselo y ellos tendrán que sentir que les pertenece», explica. El mayor reto ahora es «que San Millán continúe siendo un centro de cultura y de visita de universal valor, referente del turismo en el que hoy se buscan experiencias».

La Fundación acomete una nueva restauración de fondos bibliográficos, así como la recuperación e interpretación de los grafitos del claustro bajo del Monasterio de Yuso, que se espera finalice a mediados del 2018.

«Se lleva a cabo con la UR y contamos con la prestigiosa historiadora del arte Begoña Arrúe», indica la coordinadora. «Además, la colaboración con la Universidad del País Vasco permitirá el estudio de los grafitos en tres dimensiones. El proyecto nos llevará a saber más sobre cómo se construyeron los monasterios y el público podrá ver cómo era el claustro con los grafitos gracias a esta tecnología siempre atractiva para las nuevas generaciones». En San Millán, tecnología, historia y futuro van de la mano.

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