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LA RIOJA
Sábado, 6 de enero 2018, 11:08
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Sus Majestades cumplieron con el ritual de cada año en esta misma fecha. Y lo hicieron sin olvidar en su trayecto ninguno de los principales municipios riojanos. Los Reyes prologaron la noche más mágica como acostumbran: con una voluminosa carga de ilusión, caramelos y regalos que repartieron entre los pequeños (y los no tanto) que les acompañaron a su paso en cabalgatas multicolores donde cada pueblo imprimió su propio sello.
Los distintos recorridos estuvieron marcados por el público que guió su paso, pero también esta vez por los temores al mal tiempo. Las condiciones meteorológicas y el anuncio de una noche cargada de lluvia y hasta nieve en algunos puntos obligó a las diferentes comitivas a tomar precauciones para no deslucir el espectáculo. En el caso por ejemplo de Arnedo, que adelantó el desfile sobre el horario previsto a fin de evitar que la borrasca tuviera que suspender la cita de los niños con los Reyes. El esfuerzo de organizadores y participantes se impuso al frío y los paraguas para que nadie se quedara sin su dosis de esperanza en recibir hoy algo a su nombre. Aunque sea carbón.
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