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Movimientos de tierras en el entorno de Terroba para, entre otras obras, la construcción de la variante de la LR-250. :: justo rodríguez
Soto-Terroba, lista para su llenado

Soto-Terroba, lista para su llenado

La infraestructura que regulará el Leza está prácticamente finalizada y los trabajos se centran ahora en construir la variante de la LR-250 La CHE prevé iniciar las pruebas de carga de la presa a finales del próximo verano

PILAR HIDALGO

SOTO/TERROBA.

Domingo, 6 de mayo 2018, 10:02

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La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) prevé realizar las primeras pruebas de llenado de la presa de Soto-Terroba a finales del próximo verano o principios del otoño.

Éste es el horizonte temporal que maneja el organismo dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), una vez que la infraestructura que regulará el río Leza está ejecutada prácticamente en su totalidad, a falta de algunos remates y de la coronación del cuerpo de la presa.

Así, los trabajos se focalizan en actuaciones complementarias como, principalmente, la construcción de la variante de la LR-250, la carretera que vertebra el Camero Viejo, y cuyas obras están al 65%.

La entidad realizará al menos dos escalones de llenado en el 2019, antes de la entrada en servicio

El calendario que contempla la entidad estima concluir a finales de esta primavera el plan de emergencias de la instalación (que incluye una oficina de telecomunicaciones y la disposición de sirenas de avisos). Éste constituye un requisito previo imprescindible al plan de llenado o puesta en carga de la presa, que también está ultimando la CHE.

No obstante, el organismo adscrito al MAPAMA remarca que para comenzar con el primer escalón del llenado deberá reunirse antes un comité (en el que tiene que participar tanto Protección Civil de La Rioja como del Estado) para «dar su visto bueno al plan de emergencias y comunicar su implantación a los municipios del entorno».

Superado este trámite, la entidad estará en disposición de iniciar los primeros trabajos de carga, previsiblemente a finales de verano o principios del otoño, siempre que los caudales circulantes que arrastre el Leza en ese momento resulten suficientes para ello.

Este escalón inicial para probar la seguridad de la presa y su correcto funcionamiento consiste en el llenado de la infraestructura hasta una cota y su posterior desembalse. A esta fase le seguirá al menos un segundo escalón (está por definir si habrá más) para alcanzar una cota mayor.

Estos periodos exploratorios requerirán de varios meses. «Si la climatología y las precipitaciones lo permiten, se estará en disposición de acabar las mencionadas pruebas a lo largo del 2019», indica la CHE, tras lo que la instalación podrá entrar en servicio.

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