«Hay chavales que al finalizar dicen que ya no son la persona que llegó»

En la práctica, tal como explica Belén Maiso, técnico de Proyecto Hombre, llegan libertades vigiladas que tienen asociada esa obligación porque normalmente en la comisión del delito había algún tipo de consumo o porque el menor en las entrevistas que hace con el equipo psicotécnico de la Fiscalía, menciona el consumo de tóxicos

El proceso, una vez que el juez ha declarado firme la sentencia, comienza con la notificación al menor y continúa con una primera entrevista y un diagnóstico del joven «para que nos hagamos una idea de qué está pasando para que este chico no se adapte a la norma oficial». A partir de ahí, apunta, «intentamos trabajar para que colabore con nosotros y la medida judicial sea en su beneficio, que es el objetivo».

Por lo general, las medidas son un «éxito» y es que la «capacidad de cambio en la adolescencia es estupenda y la mayoría de los chicos están dispuestos a cambiar muchas cosas porque a ellos también les conlleva conflicto con sus padres y bajo rendimiento académico». De ahí que suelan verlo como «una oportunidad de mejora».