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Segunda jornada del juicio. Luis J. Ruiz

Los policías que actuaron en el 14N afirman que «un centenar de violentos actuó organizadamente»

Los testigos que declararon en la segunda jornada contradicen la versión de la policía

Luis J. Ruiz

Logroño

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Martes, 10 de abril 2018

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Puntual, poco después de las 9.30 horas, ha comenzado la segunda sesión del juicio contra Pablo Alberdi y Jorge Merino, dos de los tres acusados por los incidentes registrados en tras la manifestación en la huelga del 14 de Noviembre del 2012 (el tercero firmó ayer, en la primera jornada del juicio, un acuerdo con la fiscalía en el que a cambio de reconocer los hechos consiguió una rebaja de la pena a 6 meses de cárcel que serán sustituidos por una multa de 720 euros).

La primera fase de la segunda sesión ha comenzado con la declaración de varios de los agentes de Policía Nacional. El primero de ellos, por videoconferencia, explicó que él estuvo en la cabecera de la manifestación y que al llegar a la zona del Palacete del Gobierno se incorporaron al cordón del edificio gubernamental. «La gente empezó a gritarles y a lanzar objetos. La agresividad de la gente fue en aumento y uno de los asistentes acometió contra el jefe del dispositivo y en ese momento se hizo la primera de las cargas», dijo el agente que recuerda que acudió «a dar cobertura al jefe del dispositivo» en el momento en que Pablo Alberdi fue detenido. También explicó que los asistentes cantaron consignas contra la Policía Nacional si bien no recordaba que nadie lo hiciera a través de un megáfono.

Un escenario similar describió una agente del grupo de información que, de paisano, participó en el dispositivo policial. Recordó que al llegar la manifestación al Espolón se quedó en la esquina de Vara de Rey y Miguel Villanueva y vio como Jorge Merino se dirigía a los asistentes. «En un momento dado I.I. (el tercer acusado que ayer pactó con el Ministerio Fiscal) se separó del grupo y sacó de la mochila un petardo. Poco después, alguien me golpeó en la espalda, me giré y una persona encapuchada me sacó una fotografía e hizo con el dedo una señal en el cuello diciendo que me lo iba a cortar. Temí por mi vida y salí de la zona», algo que, dijo, tuvo que hacer en varias ocasiones más «después de ser reconocida e increpada por los manifestantes».

Un momento del juicio.
Un momento del juicio. Luis J. Ruiz

Además apuntó que «un grupo de unas 300 personas» se enfrentó a los agentes y que un centenar de ellas estaba organizado. «Acudía a una obra próxima, cogían piedras y las dejaban en la escultura de homenaje a las víctimas del terrorismo. Luego otras los lanzaban. Unos lanzaban por arriba, para que los agentes levantaran el escudo y otros por abajo. Estaban organizados y estaban con el rostro tapado y con capuchas», dijo antes de, a preguntas del fiscal, reconocer que no llevaban distintivo alguno de la CNT.

Por su parte el agente que se encargó del traslado del detenido, de Pablo, y que cuando lo hizo la gente se le echó encima golpearon el coche, rompieron el retrovisor y que el detenido, desde el interior del vehículo, le decía «Dejadme salir, dejadme salir, como no me soltéis no vais a salir ninguno vivo de aquí».

Además, testificaron los agentes que acudieron como refuerzo desde la Delegación del Gobierno hasta el Palacete de Gobierno. Apuntaron que cuando llegaron «había bastante revuelo» y que poco después «se intensificó la lluvia de piedras y de objetos». Además uno de ellos hizo hincapié en que cuando el vehículo se disponía a trasladar a Pablo Alberdi a la Jefatura Superior de Policía «la gente rodeó el coche. Hicieron un arco alrededor nuestro para que no saliéramos».

Más testigos

Completadas las declaraciones policiales (las partes renunciaron a dos de ellos) llegó el turno de los testigos. Comenzaron declarando dos amigos de Pablo y de Jorge. El primero, que acudió a la manifestación con su madre y su esposa, recordó que en un momento dado vio como Jorge Merino «pedía calma con el megáfono» en la zona del Carrefour porque había algún tipo de incidente y que, poco después, en la parte trasera de la concha del Espolón estuvo con Jorge hasta que fue detenido. «No vi lanzamientos a los agentes pero sí vi a un policía con el chaleco manchado de rosa que, poco después cargaba. El policía fue directo a por Pablo, que estaba con una pancarta y unos panfletos. Pablo pedía calma a la gente y a los policías pero el agente le empujó, llegaron más policías, le rodearon y le tiraron al suelo», explico insistiendo en que «en ningún momento opuso resistencia».

El segundo de los testigos fue un amigo de Jorge Merino que el acompañó en la manifestación. «No soy afiliado a la CNT», dijo tras ser cuestionado por Henar Moreno. Recordó que estuvo con Merino durante toda la manifestación y que este, tanto en los incidentes que se registraron en Gran Vía y en Carrefour, solicitó calma a los manifestantes. «Estábamos todos juntos. Iba gente de la CNT, pero también de la Escuela Pública. Había mucha gente mezclada», recordó. Al llegar a la concha de El Espolón, explicó el testigo que Jorge pronunció un discurso con «las consignas habituales… que no hay que tomárselas de manera literal porque si así fuera muchas de las cosas que dicen serían absurdas».

A ellos se unió la declaración de un tercer testigo, un hombre maduro que acudió a la manifestación y que vio la detención de Pablo Alberdi en primer plano. «No le conocía de antes. Estaba a dos o tres metros de Pablo y vi que un policía fue directo a por él, le pegó y se lo llevó. No vi que le tirara nada», abundó antes de recordar que intentó ayudar al ahora procesado. «Le pregunté ¿por qué le pegas? Los agentes vinieron hacia mi y me machacaron a palos. Estuve tres días ingresado y nadie se preocupó por mí. Tampoco denuncié porque, visto lo que hay, no quise hacerlo», completó

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