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El pequeño secreto de la sierra de Cebollera

El pequeño secreto de la sierra de Cebollera

La investigación realizada por Gonzalo Soriano aporta datos inéditos sobre cómo estas plantas propiciaron las formas de vida vegetal superiores Una tesis de la UR logra menciones internacionales por un estudio sobre los musgos de la sierra riojana

Pilar Hidalgo

Logroño

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Martes, 31 de octubre 2017, 22:02

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Pueden parecer simples. De hecho, lo son; ya que carecen de vasos conductores, de flores y frutos. A los musgos se los podría comparar con una especie de 'almohadillas' verdes que se establecen sobre rocas o muros situados en los bordes de los arroyos y fuentes, porque necesitan un ambiente cargado de humedad para vivir y reproducirse.

Y, sin embargo, pese a su aparente sencillez «tienen una gran importancia ecológica porque actúan como creadores de suelo», resalta Gonzalo Soriano Sancha. Este joven titulado en Ingeniería Agrícola ha obtenido el grado de doctor por la Universidad de La Rioja tras su defensa de la tesis 'Efectos de la radiación ultravioleta en los briófitos: desde de los genes hasta el campo'.

Su investigación mereció la calificación de sobresaliente 'cum laude' con mención internacional y algunas de las más prestigiosas revistas en materia de biología vegetal (como 'New Phytologist') se han hecho eco de las conclusiones de la misma.

La Tesis

  • Título. 'Efectos de la radiación ultravioleta en los briófitos desde de los genes hasta el campo', de Gonzalo Soriano Sancha.

  • Objeto de estudio Los mecanismos de adaptación de los briófitos (musgos y plantas afines) a la radiación ultravioleta para conocer mejor cómo se adaptaron a ella y pudieron colonizar el medio terrestre.

  • Centro La tesis se ha desarrollado en el Departamento de Agricultura y Alimentación de la UR.

Soriano estudió los mecanismos de adaptación de los briófitos (musgos y otras plantas afines) a la radiación ultravioleta (UV) para conocer mejor los mecanismos adaptativos que adquirieron para tolerarla y colonizar el medio terrestre. «Los briófitos fueron las primeras plantas que abandonaron el medio acuático hace unos 500 millones de años y, al salir al medio terrestre, tuvieron que desarrollar unos mecanismos de defensa y reparación porque se enfrentaban a niveles de radiación ultravioleta mayores», explica. Este paso resultó trascendental en la evolución vegetal, puesto que permitió que posteriormente surgieran todas las plantas que actualmente aprovecha el ser humano. «Los briófitos crean un sustrato en el que otras plantas superiores pueden crecer», indica.

El trabajo de campo tuvo lugar en Cebollera por su amplia variedad de poblaciones de briófitos

Ecosistema controlado

Soriano ha llevado a cabo su tesis en el Departamento de Agricultura y Alimentación de la UR, bajo la dirección de los catedráticos Javier Martínez-Abaigar y Encarnación Núñez Olivera. El trabajo de campo tuvo lugar, principalmente, en el Parque Natural Sierra Cebollera, un enclave privilegiado que cuenta con el reconocimiento de 'Área Importante para Briófitos' en el Atlas y Libro Rojo de los Briófitos Amenazados de España.

La elección de esta zona se debió a «su variedad de briófitos, la abundancia de biomasa de diferentes especies y porque su condición de parque natural hace que sea un ecosistema bastante controlado, de modo que las poblaciones están más o menos estables a lo largo del tiempo», argumenta el ya doctor. El trabajo de campo se amplió a otras zonas más bajas del valle del Iregua (desde Varea a Villanueva de Cameros) para encontrar briófitos estructuralmente diferentes.

Una especie de briófito que ha utilizado como modelo en su investigación y que se halla en el Iregua a su paso por Villoslada.
Una especie de briófito que ha utilizado como modelo en su investigación y que se halla en el Iregua a su paso por Villoslada. Justo Rodriguez

Una de las principales aportaciones de Soriano es el análisis de los mecanismos de adaptación en escalas muy diversas, que rara vez se han abordado de forma conjunta. Así, abarcó desde la biología molecular hasta la escala ecológica. Esto ha permitido conocer qué respuestas han desarrollado estas plantas en los progresivos niveles de organización de la vida.

Equiparable a la melanina

Entre estas respuestas, ha descrito unos compuestos protectores que evitan que la radiación dañe el aparato fotosintético o el 'ADN' de los briófitos. «Se trata de un proceso equiparable a la síntesis de la melanina en el ser humano», compara. Además, «los compuestos absorbentes de la ultravioleta son antioxidantes, por lo que revierten los efectos nocivos de la degradación celular», señala. Y esto abre las puertas a su aplicación en farmacología.

La tesis de Soriano sobresale por haber estudiado, por primera vez, los efectos de la radiación UV en las tres líneas evolutivas de los briófitos (las hepáticas, los musgos y los antocerotas). Así, el joven doctor aporta los primeros datos mundiales acerca de los efectos de esta radiación sobre los antocerotas, un grupo de plantas muy minoritario (apenas hay 200 especies en todo el mundo, en comparación con los 20.000 musgos o las 250.000 plantas superiores). No obstante, resultan muy importantes evolutivamente, ya que algunas hipótesis los sitúan como los ancestros directos de las plantas superiores.

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