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Logroño se rinde a las fuerzas armadas

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Justo Rodriguez

Logroño se rinde a las fuerzas armadas

Miles de personas abarrotan el centro de la capital para disfrutar de un vistoso desfile que presidieron los Reyes de España | La Guardia Civil y la Legión fueron los más ovacionados por un público que gozó con los tanques y aviones

ROBERTO GONZÁLEZ LASTRA

Domingo, 27 de mayo 2018, 09:48

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Lo que no consiguió el ejército francés tras dos semanas de asedio en 1521, lo lograron ayer las tropas de España en poco más de una hora: la rendición de Logroño y los logroñeses.

La capital riojana se volcó para dar cariño y calor al acto central del Día de las Fuerzas Armadas y a los Reyes de España, don Felipe y doña Letizia, vitoreados a su llegada y partida de Vara de Rey, donde presidieron un vistoso desfile en el que participaron 2.678 militares y guardias civiles, 147 vehículos terrestres y 48 aeronaves.

Con la ciudad entregada desde que el pasado 20 de marzo el Ministerio de Defensa anunció la elección de Logroño como sede del desfile y el apoyo multitudinario demostrado por los ciudadanos desde que el jueves empezó el programa paralelo, el éxito en el día grande estaba cantado. Y se cumplió con unos 50.000 asistentes a la cita, según las estimaciones oficiales. Eso que la jornada amaneció de la peor manera posible, con más de cinco litros en forma de pertinaz lluvia y de cielos encapotados que no presagiaban nada bueno. Dio lo mismo; miles de personas abarrotaban desde primeras horas de la mañana Vara de Rey y todas las calles adyacentes. La arteria logroñesa recibía al público teñida de rojo y gualda, con miles de banderas de España en las fachadas y los conjuntos florales con los colores de la enseña nacional en parterres y zonas ajardinadas.

La lluvia cesó a las 10.00 horas, a falta todavía de 120 minutos para el inicio de los actos, y en las ventanas y balcones del recorrido del desfile ya no cabía un alma.

A partir de ahí el reloj empezó a correr y el guión se cumplió con precisión quirúrgica: a las 11.30 horas formó ante la tribuna principal la Guardia Real; diez minutos después entró la bandera de España de la unidad; a las 11.43 llegó el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Fernando Alejandre; a las 11.50, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, que saludó al resto de autoridades ya presentes.

El ruido de cascos de caballos y sobre todo un murmullo creciente y los gritos de júbilo del público anunciaron la llegada de los Reyes de España minutos antes del mediodía. Los vivas al Rey y a España se multiplicaron. Don Felipe, vestido con el uniforme azul del Ejército del Aire, tal vez por conmemorarse este año el 75 aniversario de la creación de la Academia General del Aire, pasó revista a las tropas y recibió novedades.

Homenaje y salvas de honor

A las 12.15 horas comenzó la parte más emotiva del acto central, el izado de la bandera de España, creada hace 175 años, y el homenaje a los que dieron su vida por España. Doce militares reconocidos este año con la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo, la máxima condecoración por actos de servicio, acompañaron al Monarca hasta el monumento a cuyos pies depositó la corona funeraria. Justo en el remate de 'La muerte no es el final' con las salvas, los siete E-25 de la 'Patrulla Águila' sobrevolaron Pérez Galdós para teñir con estelas rojigualdas un cielo logroñés en el que el sol pugnaba ya por abrirse paso.

EFE

Don Felipe regresó a la tribuna real donde tomó asiento para asistir al desfile. A su izquierda, doña Letizia. Ambos, flanqueados por las otras dos tribunas principales, la de la derecha ocupada por la ministra de Defensa María Dolores de Cospedal y toda la cúpula militar -el JEMAD y los jefes de Estado Mayor del Ejército, de la Armada, y del Ejército de Aire-; y en la de la izquierda, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido; el jefe del Ejecutivo regional, José Ignacio Ceniceros; la alcaldesa de Logroño, Concepción Gamarra; el delegado del Gobierno en La Rioja, Alberto Bretón; y la presidenta del Parlamento de La Rioja, Ana Lourdes González, entre otras autoridades.

Con grandes claros ya en el cielo logroñés, la mala meteorología matinal sí tuvo su influencia en el desfile aéreo que antes de su inicio ya vio cómo 'perdía' seis de las 54 unidades previstas -los cuatro Canadair del Grupo 43 de Torrejón que integraban la novena formación y dos de los cuatro helicópteros Sikorsky S-76 del Ala 78 de Armilla (Granada)-. Durante casi cinco minutos la multitud no bajó la vista del cielo para disfrutar de las pasadas de los cazas -F-18, Eurofighter y Harrier- y de los aviones de transporte -Airbus A400, Hércules, Airbus A310, Falcon 900-. Cuando llegó el turno de los helicópteros, la 'Patrulla Águila' les rebasó por encima volviendo a teñir de rojo y amarillo el cielo de Vara de Rey.

Vídeo. Juan Marín

A las 12.37 el suelo de la arteria logroñesa empezó a temblar con el inicio del desfile motorizado encabezado por las motos de la Guardia Real. La espectacularidad la pusieron los vehículos de cadena -los tanques Centauro, Leopardo, Pizarro...-, pero también las 'Piranhas' y las embarcaciones remolcadas de la Armada o los transportes de ruedas del Ejército del Aire, con los camiones Husky y el misil Patriot, entre otros.

A 160 pasos por minuto

La música militar de megafonía, ahogada por los motores que enfilaban hacia avenida de la Paz, recobró el protagonismo a las 12.48 con el avance de las primeras unidades de a pie: el Grupo de Honores de la Guardia Real, un batallón mixto de la Armada y un escuadrón mixto del Ejército de Aire. A continuación los aplausos se transformaron en una ovación atronadora aliñada con vítores para el batallón de alumnos de la Guardia Civil, que precedieron a una compañía de alumnos de la Gendarmería francesa. Una compañía de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y un batallón mixto del Ejército de Tierra pareció despedir todo. Nadie llegaba por detrás y la música de los altavoces enmudeció de repente. En la lejanía empezó a escucharse sonido de trompetas y tambores y muy pronto apareció sobre el escenario la Legión, con su inseparable mascota, un carnero, encabezando la marcha junto a los gastadores bajo el lema «a 160 pasos por minuto y un solo corazón, como un huracán de guerra desfila la Legión». Los móviles no daban abasto y las memorias de los smartphones se llenaban de fotografías y vídeos para compartir, grabaciones que se reanudaron con el pausado desfilar -90 pasos por minuto- de los Regulares con sus vistosas capas danzando al viento.

Vídeo. La salida de la Legión D.F.L.

Ya quedaba poco, pero no menos vistoso, gracias al colorido del paso de las unidades a caballo, el Escuadrón y la Batería de la Guardia Real y el Escuadrón de Sables de la Guardia Civil, que pusieron el broche, a las 13.08 horas, a la parada militar que conquisto a los logroñeses.

Los Reyes descendieron de la tribuna y se acercaron a despedir a las autoridades militares, lo que fue aprovechado por la muchedumbre que poblaba los balcones y ventanas de los pisos superiores para lanzar vivas a los monarcas y corear a gritos «Felipe, Felipe», muestra de cariño que la pareja regia correspondió con sonrisas y saludos antes de subirse a bordo del Mercedes negro oficial que les trasladó, escoltados por medio centenar de jinetes a caballo de la Guardia Real, hasta el Ayuntamiento de Logroño donde se celebraba una recepción oficial.

La ausencia de don Felipe y doña Letizia y del resto de las autoridades no desanimó a la multitud, reacia a abandonar las zonas que tanto les había costado conquistar. Y los que se quedaron tuvieron un premio extra, con el retorno a las 13.33 horas, en sentido contrario al del desfile, de las unidades de la Brigada Paracaidista, banda incluida, que procedieron al arriado de la bandera, colofón definitivo a un acto que se cerró a las 13.39 en una calle Vara de Rey que tardará muchísimo en olvidar lo vivido ayer.

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