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LA RIOJA
Lunes, 14 de mayo 2018, 00:08
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logroño. La Audiencia Provincial de Logroño juzga desde hoy a un hombre al que se acusa de un delito de detención ilegal y otros dos de lesiones y amenazas por secuestrar durante cuatro días a un amigo suyo en Igea. El fiscal pide una pena de 8 años de prisión. Los hechos sucedieron el 9 de octubre de 2015, cuando el acusado y la víctima estaban en un garaje de Igea, propiedad de un familiar del primero, para, en principio, desplazarse hasta Arnedillo.
Según el escrito de acusación, cuando la víctima se sentó como copiloto, el acusado le puso un cuchillo en el cuello y le esposó, le obligó a beber alcohol y a tomar un tranquilizante, le mantuvo retenido en la parte trasera del vehículo y le amenazó de muerte, abandonando sólo el coche para hacer sus necesidades fisiológicas en el mismo garaje.
Durante el secuestro, amenazó a la víctima diciéndole que le iba a hacer lo mismo que a una persona que ya había retenido antes y a la que obligó a hacerle felaciones. También, relata el fiscal, le dijo que tendría que matarlo, algo que hizo que la víctima temiera por su vida y no se atreviera a escapar. En este sentido, durante los días del secuestro, el acusado se desplazó en un par de ocasiones a localidades cercanas a comprar comida con su víctima esposada.
Asimismo, en algún momento, según el fiscal, al acusado llevó a la víctima a un cuarto de calderas en el que le esposó y le tapó la boca porque el coche se quedó sin batería y tuvo que ir hasta allí una grúa.
El supuesto secuestrador ya había sido condenado cuatro meses antes por un delito de agresión sexual a 14 años de prisión, además de a una pena de tres años y medio por robo con violencia e intimidación. De hecho, llevaba una pulsera telemática que le obligaba a estar en su domicilio el 12 de octubre por la noche, por lo que a las diez esposó por una mano a la víctima a la parte inferior del anclaje de un cinturón de seguridad del coche y se fue. Poco después, la víctima logró quemar parte del cinturón de seguridad con un mechero y escapar pasada la medianoche.
El fiscal considera estos hechos como un delito de detención ilegal, por lo que pide seis años de prisión; también un delito de amenazas (dos años más); y otro de lesiones leves (360 euros de multa). El acusado permaneció en prisión provisional apenas un mes, ya que un juzgado de Calahorra le impuso esa medida el 20 de octubre de 2015 y la dejó sin efecto el 24 de noviembre.
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