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Domingo, 17 de diciembre 2017, 16:31
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José Carlos Orga es el juez que más años lleva en La Rioja celebrando juicios rápidos, en concreto desde el 2005, cuando se hizo cago del Juzgado de instrucción número 2 -luego pasaría al 3- y defiende que las ventajas «son indudables» sobre todo porque un porcentaje muy alto de los procedimientos que entran en los juzgados de lo penal bien por la vía del juzgado de guardia o por violencia sobre la mujer se resuelven en poco tiempo. «Podemos dar una respuesta en 72 horas desde que se cometen los hechos».
De acuerdo con sus datos, entre los tres juzgados de instrucción se pueden tramitar cada año unos 650 juicios rápidos que finalmente son asuntos que se resuelven muy rápidamente y que en un porcentaje muy elevado acaban en sentencias de conformidad. La ventaja para el acusado es que se puede beneficiar de la rebaja de un tercio de la pena.
En cuanto al tipo de delitos que llegan hasta su juzgado y acaban en juicios rápidos, sostiene que el grueso lo conforman los relativos a la seguridad vial, como conducir bajo la influencia de alcohol o sin permiso. También los relacionados con la violencia sobre la mujer y en menor medida los daños, robos, hurtos.
Coincide con Stern en la gran cantidad de ejecución de sentencias que generan, un trabajo que recae en los juzgados de lo penal que tienen sobrecarga de trabajo y aunque «en instrucción los letrados de la administración de justicia adelantan los trámites, el núcleo duro de las ejecuciones recae en lo penal de ahí que debería ser factible ya el penal 3».
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